Sra. y Sr. Congresista,
No sé si usted se ha dado cuenta, pero estamos pasando el peor momento de
nuestra historia, como país, como pueblo.
Estoy seguro de que a usted le queda lejos…, pueblo.
Si usted hace memoria,
parte de ese “pueblo” es quién a su
grupo le entregó la confianza, y el asiento en el congreso, para mirar por un
bien del total de la población, no para lo que está sucediendo.
Algo debe estar fallando, el pueblo está padeciendo las torturas de un
sistema que no dejar de humillar a la gente, el motor de todo sistema: la gente
obrera.
No me sirve que usted haya estado en tal comisión, que haya ayudado en el
redactado de tal reforma, que haya fomentado una tal proposición de ley, perdóneme,
seamos realistas, usted, usted no ha hecho nada. A los resultados me remito.
Desde el inicio de esta legislatura no es que hayamos ido a peor, todo lo
contrario, es una debacle.
Usted Sra. y Sr. congresista, debe irse a su casa, dimita, dimitan. Si no
son del partido que nos humillan a diario con su mayoría absoluta, váyanse igualmente,
abandonen ese congreso malversado, hipotecado y corrupto, déjenlos solos, no
sirve para nada. ¿Han pensado que
pasaría si dejásemos solos al partido de la mayoría absoluta en el congreso?
Si por el contrario, usted es del partido que nos avergüenza cada día con
su mayoría absoluta, sepa usted que el repudio va creciendo a cada minuto,
hacia usted y el resto de su grupo. Están a tiempo de rectificar y promover
nuevas elecciones, de marcharse y dejar a elección del pueblo lo que resta de
legislatura. Su ineficacia está probada, su ambición también, usted es un
desecho de la sociedad, usted no está en política para hacer un bien común,
sino un bien propio.
Si hacen caso omiso al sentimiento de la calle es que están ustedes sordos,
permítanme, sordos y gilipollas (ustedes en privado también usan esta expresión
tan nuestra). Simplemente están aderezando el sentimiento revolucionario que
está creciendo en la calle y, permítanme también, por lo que se nota en la
calle (no quiero extrapolarlo al resto), ganas de cortarle la cabellera a
cuatro fascistas como ustedes no faltan.
Para el resto, sigo exclamando lo mismo: ¡váyanse! Ya sé que a los que
estaban en el gobierno anteriormente les costará, pero ustedes están acabados
también, ¡caída mortal! Ustedes ya agotaron sus posibilidades. Deben fulminarse
y reinventarse en otra cosa. Los nuevos tiempos que vienen requieren de una
nueva forma de política. El futuro estará marcado por el sentimiento de las
personas que no tienen más ambición que el vivir en paz, sin agobios, con un
techo que no se le venga encima, con un trabajo digno, con una representación
del pueblo acorde a la realidad y con los corruptos, ladrones, chorizos,
burgueses, banqueros criminales, etc. fuera de nuestro ámbito, de la forma que
sea, pero fuera.
Si usted congresista que no es ciego/a y/o corrupto/a , ha leído esto,
estará en su conciencia la decisión. Ahora es el momento de hacer caso a su
corazón, de atender su conciencia, de mirar a la cara al pueblo y dejar el
escaño vacío, antes que manchado.
La
Guerrilla Comunicacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario