miércoles, 12 de diciembre de 2018

TENGO ALGO QUE CONTARTE (30)

Correspondencia entre dos mujeres.

Salt, 12 de diciembre del 2018



"La balanza con un solo platillo"



Amiga Habanera,

Interesantísimo el episodio que me cuentas. Es una información que nos nutre, son cartas necesarias de leer. Ver, y por qué no, aprender, que son posibles los cambios, incluso los más temidos, si la población quiere llevarlos a cabo.

Leo que el gobierno piensa en cambiar la Constitución de tu país, y lo interpreto como un buen síntoma, porque los cambios de la sociedad deben verse reflejados en su marco legal. Si además se le da la oportunidad y las herramientas a la población para participar en su diseño, seguramente tendrá un resultado más real y más factible.

También es una carta necesaria para entender aquí qué cosa es el bloqueo. Ese término que venimos oyendo desde hace tanto tiempo (demasiado); que parece que sea algo abstracto ligado a altas esferas o a lo etéreo, pero que tiene su cara concreta, su día a día, su consecuencia en cada vida. Y eso está muy bien saberlo porque nos ayudará a entender otras muchas cosas que pasan aquí muy cerca de nosotros. Nos da pie a hablar de justicia.

Ya sabes que me gustan los diccionarios, porque descubro muchas discordancias entre el significado de las palabras y el uso que les damos. Buscando justicia me encuentro: Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde. Yo creo que aunque intentemos encajar esta definición en la situación que me explicas, ni con calzador lo conseguimos. ¿A quién le puede corresponder, como principio moral, sufrir este atropello vital y prolongado a un pueblo? ¿Y quién puede decidir quién es merecedor de ello?

Estas cartas me llevan a contarte cosas que nos pasan aquí, porque al leerte pienso que el tema de la justicia está como pasada de moda en gran parte del globo, teniendo en cada sitio sus diferentes actores y su estilo propio.

En el asunto de la reforma constitucional, aquí tenemos un cierto paralelismo, pero la cosa va algo diferente. Ya hace tiempo que te voy contando sobre cómo necesitaríamos una buena reforma de nuestra constitución también. Por muchos motivos, aunque el que más trascienda sea el tema del derecho a la autodeterminación. Es una constitución de hace 40 años hecha a medida de ese momento, pero durante este período en este país han pasado muchas cosas a nivel social, político y económico. 


Parece ser que es intocable, por desajustada que esté con las demandas. Cada vez que se propone como última solución para articular algún cambio salen todas las voces reaccionarias y rancias que lo desaconsejan. Hay unas dificultades insalvables para su reforma (excepto si es para asegurar los beneficios de las altas finanzas, que entonces sí que puede hacerse de un plumazo, sin previo aviso ni consulta), seguramente por miedo a que la población presente escenarios poco cómodos para los hasta ahora actores principales.

La gente con sus demandas y su lucha siempre ha ido por delante de las reformas, y poco a poco se han ido modificando leyes para encajarlas en lo posible con las nuevas situaciones que el pueblo presentaba. No siempre ni en todos los temas, y dependiendo del gobierno de turno, claro está, pero se ha ido avanzando. Modificar leyes sobre divorcio, aborto, matrimonio homosexual,…son algunos ejemplos. Pero hay temas en los que no sé si por malas leyes o por su mala interpretación, nos están sublevando. La violencia de género es uno de ellos. Te explico algún caso, que no es único por desgracia, pero quizás por flagrante y descarado sulfuró a buena parte de la población. Resulta que juzgaron a 5 chicos acusados de violar una joven. El hecho pasa en unas fiestas de San Fermín, en Pamplona, que para darte una idea es una semana en la que esta ciudad se llena de gente hasta la bandera por la fama que se ha extendido sobre estas fiestas. La gran mayoría son jóvenes de cualquier procedencia, estado español y extranjero. Son unos días con dos protagonistas: los toros y el alcohol. A veces combinarlos adecuadamente no es fácil, y correr delante de los bichos (que además de sus malas pulgas de serie corren asustados) cuando el que corre lleva más vino dentro que la bodega de mi padre, pues claro, siempre hay alguna que otra caída, cornada, atropello o simplemente quedar estampado contra la pared en un iluso intento de hacerte invisible a los ojos de la fiera cornuda. Es una semana en la que los días dejan de tener noches y las noches dejan de tener horas, los actos y la fiesta continúan en la medida que el sueño no salga vencedor o los hígados vayan asimilando el alcohol ingerido.


Bien, sólo era un apuntito para situarte en el ambiente, pero que para nada justifica el caso que te refiero. Resulta que estos cinco amigos, que se autodenominan “la manada” (no seré yo quien critique el sobrenombre que cada cual quiera ponerse, pero éste ya refleja un poco el instinto animal de los susodichos), cogieron a una chica, la metieron en un portal y la violaron todos ellos. El hecho por sí solo ya es espeluznante, pero seguir el juicio fue un martirio para la sensatez y la dignidad femeninas. Pudimos oír todo tipo de barbaridades como defensa, que solo hacían evidenciar más lo cafre e inhumano que puede llegar a ser el machismo, llegando el clímax del caso con la sentencia: condena por abuso sexual continuado, pero no por violación, al entender el tribunal que no hubo suficiente violencia e intimidación. O sea que la chiquita no se defendió lo suficiente y no les dejó la cara a todos como un mapa cual campeona de boxeo y taekwondo. Imagino que en esos momentos aparte de llorar y morirte de miedo viendo encima a esos cinco energúmenos juntos, lo único que suplicas es que acabe lo antes posible, para poder reencontrarte con la vida y el dolor. No puede valer si una muchacha bebió demasiado o iba en pantalón demasiado corto. Demasiado corto ¿para qué? O ¿para quién? ¿La medida óptima del pantalón la fija el instinto animal sin control del macho que lo mira? Y cuando un hombre está ebrio ¿es normal que abusen de él? ¿Hay la misma actitud de aprovechamiento que si es una mujer?


Soy mujer y tengo dos hijas. He intentado ponerme en la piel de esa joven y no he podido ni acabar el intento, es demasiado lacerante para el ánimo y para la conciencia. La manada quedó condenada a 9 años de prisión, en la que aún no ha entrado excepto uno, que estando en libertad provisional robó unas gafas de sol, total, ya puestos a chulear impunidades, no vendría de aquí, ¿no? Entre los elementos de la manada hay algún guardia civil y algún miembro del ejército español, alguno casado, alguno con hijos, en fin, que no sé yo cómo engarzar estos papeles con los ejemplos a seguir que dan. Como curiosidad te digo que a los presos catalanes que facilitaron una votación les piden 25 años de cárcel, y éstos sí que están en ella desde el primer día. Como ves, sale mucho más a cuenta ante según qué tribunal violar a una chica que dejar votar a un pueblo.

Y si cambiamos de tercio pero siguiendo con los jueces hay otra jugada magistral reciente, ésta de la banca. Aquí  cada vez que se firma una hipoteca hay que abonar un impuesto sobre la escritura notarial (parece ser que España es el país de la unión europea en el que se paga más por este tributo). Hasta ahora lo pagaba el cliente que recibía el préstamo, y tras múltiples demandas, finalmente los jueces dictaminaron que esa tasa correspondía pagarla el banco. Tras dos días de sorpresa y discusiones sobre cómo haría la banca para desquitarse del agravio, no tuvimos tiempo de grandes elucubraciones, porque el tribunal se desdijo de la sentencia devolviendo la razón a los bancos. La caída de la bolsa e imagino que las fuertes presiones de estos poderosos les hicieron cambiar rápido de parecer. Como decían en mi casa: “¡qué poco dura la alegría en casa del pobre!”.

Como complemento a este puzle de afrentas, pero seguramente una de las piezas claves para encajarlo, te explico que la cúpula del poder judicial no se escoge por los profesionales entre méritos o competencias; está elegida en su mayoría por los partidos políticos mayoritarios en el congreso y senado. Ya ves que tanto por el método como por los resultados que te he ido contando, el poder no depende de la justicia sino que la justicia depende del poder.

Pienso en la imagen que representa la justicia; esa dama con los ojos vendados, por lo tanto ciega e imparcial, que actúa independiente de quién sea, del dinero o de la posición. Esa mujer lleva en una mano una espada de dos filos, diciéndonos que puede ejercer a favor o en contra de cualquiera de las partes. En la otra mano lleva una balanza, en la que mide el peso de las razones de un caso y su oposición.


Hay veces, Habanera, en las que es tan desequilibrada la fuerza de los derechos, que esa imagen de la dama justicia se me representa con la balanza de un solo platillo.

Ahora escribiéndote sobre todo esto recuerdo que el otro día llegó una carta desde la prisión de Jordi Cuixart, líder de un movimiento cultural catalán encarcelado también por defender la votación, en la que nos decía: “la justicia que no puede entender la sociedad no es justicia, es autoritarismo”. Ni más ni menos.

Pero también te digo que la gente empieza a no callar, a darse cuenta a quién corresponde ese único platillo. En los casos concretos que te explicaba, pero también en otros, hay presión popular, se sale a la calle, se protesta. Pero lo que creo más importante, la población empieza a conocer cómo funciona el poder judicial, de qué parte está, y cómo no está gustando esta justicia sesgada y a veces vengativa. Y esa es muy buena noticia, porque como siempre, las leyes irán detrás de las demandas sociales, pero estas demandas hay que reivindicarlas, y solo teniendo consciencia de la causa podemos ponernos en marcha para luchar por soluciones. Aunque el despertar sea lento y tardío, es despertar y esperanza de cambio. 

Te envío un gran abrazo que llene de ánimos y cariño los dos platillos de la balanza.

Vicentita



(*)Tengo algo que contarte. Correspondencia entre dos mujeres es una relación epistolar entre una mujer de La Habana y otra de Salt (Girona). La publicación de estas cartas se realiza con el permiso de ellas mismas que han confiando en La Guerrilla Comunicacional su publicación.

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