viernes, 25 de enero de 2013

DECLARACIÓN URGENTE POR UNA NUEVA COMUNICACIÓN



Ante las miserias de "El País" y la prensa corporativa, construyamos una respuesta desde los pueblos.

En las últ
imas horas, un nuevo escándalo sacude a uno de los principales medios corporativos del mundo. Esta vez el protagonista es el diario El País, de España, que en un nuevo ataque al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, publicó en portada una falsa foto del presidente, supuestamente entubado en el hospital.

El hecho es lamentable porque, aún en el caso de que hubiera sido cierta, se trata de una grave violación a la privacidad de las personas. Pero estas empresas de información no tienen límites. Con tal de desarrollar sus campañas de intereses, como históricamente contra Cuba, como desde hace años contra Venezuela, no reparan en absolutamente ningún principio. Ni siquiera en el papelón gigantesco que pueden llegar a protagonizar comprando una foto de ese tipo. No importa la verdad, sino instalar sus opiniones, vestidos de noticia.

El ataque a Chávez, en verdad, no es un ataque a un hombre público que está pasando un momento delicado de salud; o no sólo -y no principalmente- es eso.

Es el ataque a un pueblo, a un sistema institucional, al intento de un país latinoamericano por romper la dependencia y la opresión de los poderosos. Es un ataque a la comunicación popular, que pone sobre la mesa las miserias de una prensa donde las opiniones tienen precio, donde todo se compra y se vende, desde un titular hasta una foto.

La prensa hegemónica es una prensa discriminatoria, pronta a construir estereotipos que atacan todo proceso de cambio social, criminalizan los movimientos sociales cosifican a la mujer, segregan a las personas por su opción sexual, nacionalidad, cultura, y religión. Y a todo aquello que escape a las normas establecidas por los patrones del sistema. Un orden donde cada vez mayores crisis son generadas para obtener mayores ganancias, con las actividades que sean, desde la guerra y el tráfico -de personas, drogas o armas- hasta el manejo de información.

Este acontecimiento, por otra parte, viene a coronar un largo proceso de desgaste de la imagen de esta comunicación empresaria. Si hasta hace pocos años, los medios burgueses se presentaban a sí mismos como un parámetro de objetividad e imparcialidad, y podían hacerlo porque el público lo creía, a esta altura esa ficción ya casi nadie la cree.



Un desafío en nuestras manos

A fuerza de traspiés como el de El País, poco a poco ha ido quedando al descubierto que cada medio tiene sus intereses, no sólo porque naturalmente tienen una ideología, que es la de los dueños y editores del medio, sino porque en el caso de las grandes empresas privadas de comunicación, se trata de conglomerados empresariales con fuertes vínculos con otras empresas. Hablemos claro: se trata de los aparatos ideológico-culturales más importantes que tienen las empresas y los gobiernos del capitalismo para instalar sus ideas como si fueran de toda la sociedad. En nuestra América, estamos hablando, entre otros, de grupos empresarios como Televisa en México, O Globo en Brasil, ABC Color en Paraguay, El Mercurio en Chile, El Tiempo en Colombia, Globovisión en Venezuela, Grupo Clarín y La Nación en Argentina, articulados convenientemente con compañías como El Nuevo Herald desde Miami, o El País y ABC desde el Estado español.

Esta situación, entonces, es al mismo tiempo una oportunidad. La debacle de la prensa burguesa, que expresan episodios como el de El País, aunque no sólo estos, nos tiene que impulsar en la construcción de más y mejores herramientas de comunicación, capaces de superar el paradigma capitalista de la comunicación, que aunque en crisis, todavía es hegemónico.

Debemos seguir multiplicando nuestros esfuerzos por generar, desde el mismo pueblo, otra comunicación, que ponga en primer plano los intereses, problemas, logros y desafíos de toda la sociedad.

En esta guerra de cuarta generación, la articulación de proyectos de comunicación popular es una necesidad estratégica.

Para poner de relieve una forma de comunicar que subvierta las normas comerciales de esa vieja comunicación empresaria que es preciso superar:

- Una comunicaciòn que parta de las necesidades y expectativas de las comunidades: de sus realidades sociales, económicas, políticas y culturales.

- Una comunicación que no manipule la verdad, sino que respete las fuentes y el público destinatario. Que no se vista de objetividad y neutralidad, porque tal cosa no existe, sino que se posicione desde los intereses populares con fidelidad a los hechos verdaderos. La mejor forma de acercarse a la objetividad, la más honesta, es asumir la propia subjetividad en la producción, edición y distribución de sentidos.

- Una comunicación, en fin, que no esté disponible para ser comprada y vendida como cualqueir mercancía, sino que sea arma en la batalla por una nueva sociedad, sin explotadores ni explotados.

- Una comunicación diversa y plural, que apueste por la integración de los movimientos populares, que pueda proyectar otra vida, en un mundo cada vez más en peligro de colapso, a causa del capitalismo.



Teniendo en cuenta la proximidad de la Cumbre de la CELAC de Santiago de Chile, convocamos también a los y las presidentes y representantes de los Estados allí reunidos, no sólo a pronunciarse contra las agresiones mediática a los proceso de cambio en curso en nuestro continente, que diariamente se reiteran desde la prensa capitalista, sino fundamentalmente a implementar políticas públicas que fortalezcan iniciativas comunicacionales democráticas y participativas.

Convocamos también a las y los participantes de la Cumbre de los Pueblos a pronunciarse en este sentido. Y sobre todo, convocamos a la sociedad en general, y a los proyectos de comunicación popular en particular, a amplificar este debate y unir esfuerzos, con estos objetivos:

- Continuar construyendo ampliamente, en forma colectiva, procesos que den como resultado la sanción de nuevas normativas democratizadoras de la comunicación, así como la implementación efectiva de las legislaciones existentes en este sentido.

- Fortalecer vínculos y avanzar en la articulación de los emprendimientos comunicacionales de los pueblos.

- Construir una agenda común, vinculada a las necesidades, apuestas y desafíos de nuestras realidades profundas.

- Fortalecer herramientas que permitan elaborar propuestas y respuestas cada vez más coordinadas en materia de comunicación participativa y con protagonismo popular.

-Defender los procesos de independencia y soberanía que libre y democráticamente desarrollan los pueblos nuestro continente.
 

 Caracas, 24 de enero de 2013.

Adhesiones en: albadelospueblos@gmail.com


 



lunes, 14 de enero de 2013

Intervención del presidente del Uruguay, José Mujica, en la cumbre de río del 20 de junio del 2012



 
 
"Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias también, a la buena fe que han manifestado todos los oradores que me precedieron.

Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de apoyar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad pueda suscribir.

Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta.

Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.

¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo que queremos es el actual de las sociedades ricas?

Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?

Más claro: ¿tiene el mundo los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales?

¿Será eso posible?

¿O tendremos que darnos otro tipo de discusión?

Hemos creado esta civilización en la que hoy estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo.

Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, cuya mirada alcanza a todo el planeta.

¿Estamos gobernando esta globalización o ella nos gobierna a nosotros?

¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía que basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?

No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis que tenemos no es ecológica, es política.

El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida.

No venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general. Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida. Esto es lo elemental.

Pero la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y las sociedad de consumo es el motor de esto. Porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros.

Pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta.

Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no, no se pueden hacer; porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.

Estos son problemas de carácter político. Nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.

No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.

Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca y también los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho”. Y desea más y más.

Esta es una clave de carácter cultural.

Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hagan. Y lo voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo "rechinan". Pero tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.

Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.

Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cosas: la moto, el auto, cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo al que se le fue la vida.

Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana?

Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor a la tierra, del cuidado a los hijos, junto a los amigos. Y tener, sí, lo elemental.

Precisamente, porque es el tesoro más importante que tenemos. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana."


viernes, 11 de enero de 2013

El TAV llega a Girona. Historia de dos realidades

El pasado 8 de enero llegó el TAV a Girona. Los cuatro jinetes del apocalipsis (El borbón, el lelo de Rajoy, el mesias Mas y la folklorica Mato) desembarcaron del convoy, y sin salir de la guarida, innauguraron la nueva estación del TAV de Girona. Por debajo de las calles,  como las ratas, por debajo de la realidad, anduvieron por unos andenes y descubrieron una placa, para recordar que ellos estuvieron ahí. Este es el humilde reportaje de La Guerrilla Comunicacional, duplicando en algunos momentos las imágenes para mostrar las dos realidades. O como siempre denunciamos: "lo que sale y lo que no sale en televisión".




domingo, 6 de enero de 2013

Denunciando manipulaciones en la red

Por Vicenç Navarro
 
(Publicamos este artículo como seguimiento del anterior y para correción del mismo. Seguiremos investigando para poder sacar la verdadera lista a la luz)
 
El artículo denuncia de nuevo, la canallada realizada en la red, donde un artículo del profesor Navarro ha sido manipulado para incluir nombres de supuestos defraudadores fiscales en España que no estaban en su original ni en las series de artículos del The New York Times que el profesor citaba. Ello ha tenido como consecuencia de que varias personalidades políticas, últimamente el sr. Julio Anguita, inconsciente de tal manipulación haya denunciando a tales supuestos defraudadores, dando erróneamente el artículo del profesor Navarro como la fuente de tal información. El profesor Navarro exige de tales personalidades que una vez alertados del error, deben pedir disculpas a él y a las personas falsamente acusadas de fraude fiscal, denunciando, sin ningún paliativo, tal canallada.
 
Hace ya más de un año, en octubre de 2011, escribí un artículo en la revista digital Sistema (21.10.11), titulado “La banca, el fraude fiscal y el New York Times” (colgado en mi blog www.vnavarro.org), en el que citaba datos de la serie de artículos que el rotativo estadounidense había escrito sobre el fraude fiscal en España. Tales artículos, escritos por Raphael Minder “Top Spanish Banker Faces Inquiry on Tax Charges” (16.06.11) y por Landon Thomas Jr. y el mismo Raphael Minder “A Banker’s Secret Wealth” (20.09.11), aunque se centraban en el caso de la familia Botín, también hacían referencia a la lista en posesión de un empleado de la banca HSBC, de 569 españoles, incluyendo a Emilio Botín y su familia, que tenían fondos depositados en Suiza, lista que, según el The New York Times, el gobierno español habría recibido. En ningún momento los artículos citaban nombres concretos que estuvieran incluidos en tal lista, excepto los miembros de la familia Botín. Es de suponer que otros personajes del establishment español están en tal lista. El sindicato de los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español han subrayado que la mayor parte del fraude en España (el 72%) lo realizan las grandes familias, las grandes empresas y la banca. Es pues lógico suponer que, tal como los artículos aparecidos en el The New York Times indican, tal lista incluye personajes de tales sectores, entre otros. Pero, repito, que ni el The New York Times, ni yo, citamos ningún nombre, excepto los Botín. Tal artículo mío apareció ya hace más de un año, y pasó sin pena ni gloria, prácticamente desapercibido.
 
Ahora bien, casi un año después, llegó a mi conocimiento que ahora se estaba distribuyendo masivamente una manipulación de mi original, en el que alguien maliciosamente había añadido, además de la familia Botín, una larga lista de defraudadores del fisco en la lista de 569 españoles, que incluía predominantemente figuras del mundo político, que no aparecían ni en mi original ni en las series del New York Times. Era una canallada que denuncié inmediatamente. Alguien estaba intentando utilizar la credibilidad de mi firma para hacer acusaciones falsas, injuriosas y delictivas, que estaban intoxicando tal discusión. Era un ejemplo más de prácticas políticas realizadas por grupos políticos o mediáticos que, sin ningún tipo de escrúpulos, utilizan tales medidas sin ningún respeto a las más mínimas reglas de decencia. Denuncié tal manipulación en mi blog y exigí a las revista digitales que habían publicado tal copia manipulada que la retiraran y publicaran en su lugar una corrección. Y así lo hicieron, al menos aquéllas que yo conocía y a las cuales escribí. También hice un llamamiento a los lectores a que me ayudaran a distribuir mi denuncia, también colgada en mi blog y que titulé “Canallada en la red” (Público, 02.11.12).
 
A pesar de ello, el diputado Sabino Cuadra, del partido Amaiur, en el Congreso de los Diputados, citó los nombres de los supuestos defraudadores, citando el artículo manipulado falsamente firmado por mí como fuente de tal información. Cuando fue informado por otros diputados que tal versión no se correspondía con mi artículo original, el Sr. Sabino Cuadra me escribió disculpándose y su partido publicó una corrección disculpándose conmigo y pidiendo disculpas a las personas errónea y maliciosamente citadas en la versión manipulada de mi artículo. Y el diputado Sabino Cuadra, respondiendo a mi protesta, requirió que se publicara una corrección en las actas de la sesión del Congreso donde tales declaraciones se habían hecho, lo cual así se hizo, como consta en la documentación que me envió la presidencia del Congreso. Y ahí creía yo que se había terminado el caso.
 
Pues me equivoqué. Hace unos días recibí una carta del Sr. Julio Anguita, que fue durante una década el Coordinador General de Izquierda Unida, pidiéndome también disculpas por haber acusado de fraude fiscal a una larga lista de personalidades, citando mi artículo como fuente de autoridad, siendo inconsciente en aquel momento de que el artículo citado no era el original mío, sino el manipulado. Tal acusación tuvo lugar en TVA en el programa “Pido la palabra”. Cuando alguien le avisó de que el artículo al cual se refirió no era el original, me escribió disculpándose e informando que pediría disculpas públicamente en el mismo programa donde se habían hecho tales acusaciones, corrigiendo la falsa información. Cuando le contesté que me sorprendió que ante la gravedad de las acusaciones no hubiera comprobado con el original del artículo si tales nombres aparecían en él, me respondió que le había llegado la copia que resultó ser falsa, de una persona a la cual tenía plena confianza y que ahora estaba desolada al darse cuenta del error.
 
Hasta hoy no soy consciente de que el Sr. Anguita haya pedido disculpas públicamente tal como me había prometido en su carta y como el diputado Sabino Cuadra había hecho en el caso parecido anterior que he citado. En su lugar, acabo de recibir un vídeo, ampliamente distribuido en la red, en el que el Sr. Anguita, sin disculparse públicamente a mí, reconoce y admite que yo no incluí los nombres de los supuestos defraudadores, pero parece añadir credibilidad a los manipuladores de mi texto, pues señala que no se rectifica de la acusación de fraude fiscal a tales personas citadas en la manipulada versión, pues, aun cuando no aparezcan ni en el The New York Times ni tampoco en mi artículo, tales nombres –dice él- estaban circulando extensamente por internet, sin citar específicamente la fuente de información. Puesto que creo que la mayoría de tal desinformación procede de la copia manipulada de mi artículo, tal aseveración del sr. Anguita contribuye a expandir tal desinformación y falsedad, haciéndose cómplice (en contra de su voluntad) de aquella canallada, a no ser que indique claramente de donde ha extraído tal información.
 
Es más, el sr. Anguita considera la no respuesta a tal falsa acusación por parte de los acusados como muestra de la posible credibilidad de tal acusación, lo cual me parece un profundo error. La canallada ha sido ya mostrada por lo que es. Las revistas digitales que publicaron la copia manipulada, y de la cual yo soy consciente, han publicado una corrección, y muchas de ellas han publicado mi original o mi artículo “Canallada en la red” y las actas de la Cortes han publicado tal corrección. A pesar de ello tal canallada continúa distribuyéndose en una campaña de descrédito de las personas falsamente acusadas, y también, por cierto, del supuesto autor del artículo donde se hace tales graves acusaciones. El sr. Anguita admite que yo no fui la fuente de tales nombres. Pero debe entonces ser mucho más específico de donde viene tal información. Hacer referencia genérica a la red es profundamente insuficiente.
 
Me parece muy bien que el sr. Anguita exija al gobierno español que publique los nombres de los 569 españoles, demanda que considero justa. Pero le agradecería que no ensucie tal demanda haciéndose eco de una campaña canallesca de citar nombres en la lista, de la cual no tiene evidencia. Seguro que está de acuerdo en denunciar el juego sucio en la política. De ahí que le invite a denunciar estas falsedades que se están distribuyendo en la red. Acabamos de ver hace un par de semanas el caso bochornoso del falso informe policial sobre el fraude fiscal de personalidades políticas en Catalunya y del enorme error cometido por personajes de izquierda al darle credibilidad a tal documento, perdiendo con ello su propia credibilidad. Estas intoxicaciones dificultan conocer la verdad, pues al crear un clima de incredulidad e incredibilidad, los auténticos estafadores se benefician de ello.
No pierdo la esperanza que el Sr. Anguita, por el cual tengo gran respeto, y que tiene tantos años de servicio al país en su haber, reconozca su error, pida disculpas (lo cual le honrará) y continúe presionando para que se conozca los nombres de las listas de los defraudadores. Pero que hasta que no los sepa, espero que no haga acusaciones o insinuaciones que no estén basadas en evidencia y suposiciones pues en caso contrario perderá una credibilidad demasiado valiosa para que se pierda.
 

jueves, 3 de enero de 2013

LA BANCA Y EL FRAUDE FISCAL


Por Vicenç Navarro

El New York Times ha ido publicando una serie de artículos sobre Emilio Botín, presentado por tal rotativo como el banquero más influyente de España, y Presidente del Banco de Santander, que tienen inversiones financieras de gran peso en Brasil, en Gran Bretaña y en Estados Unidos,además de enEspaña. En EE..UU. el Banco de Santander es propietario de Sovereign Bank.

Lo que le interesa al rotativo estadounidense no es, sin embargo, el comportamiento bancario del Santander, sino el de su Presidente y el de su familia, así como su enorme influencia política y mediática en España. Un indicador de esto último es que ninguno de los cinco rotativos más importantes del país ha citado o hecho comentarios sobre esta serie de artículos en el diario más influyente de EE.UU. y uno de los más influyentes del mundo. Es de suponer que si se escribieran artículos semejantes, por ejemplo, sobre el expresidente Zapatero, tales reportajes serían noticia. No así en el caso Emilio Botín.

Una discusión importante de tales artículos es el ocultamiento por parte de Emilio Botín y de su familia de unas cuentas secretas establecidas desde la Guerra Civil en la banca suiza HSBC. Por lo visto, en las cuentas de tal banco había 2.000 millones de euros que nunca se habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Pero, un empleado de tal banco suizo, decidió publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos que 569 españoles, incluyendo a:

Emilio Botín y su familia
José María Aznar
Dolores Cospedal
Rodrigo Rato
Narcís Serra
Eduardo Zaplana 
Miguel Boyer 
José Folgado
Carlos Solchaga 
Mariano Rajoy
Josep Piqué 
Rafael Arias-Salgado 
Pío Cabanillas 
Felipe Gonzalez
Isabel Tocino 
Jordi Sevilla 
Iglesia Española (Mn.Rouco V.)
Josu Jon Imaz 
José María Michavila 
Iñaqui Urdangarín
Juan Miguel Villar Mir 
Anna Birulés
Felipe de Borbón
Abel Matutes 
Julián García Vargas 
Ángel Acebes 
Alejandro Agag
Eduardo Serra 
Marcelino Oreja .....

Según el New York Times, esta práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca.  

Según la propia Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos grupos, con un total de 44.000 millones de euros que el Estado español (incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto, casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la media de la UE-15 (66.000 millones de euros), es decir, el gasto que España debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos.  El resultado de su influencia es que el Estado no se atreve a recogerlos. 

En realidad, la gran mayoría de investigaciones de fraude fiscal de la Agencia Tributaria se centra en los autónomos y profesionales liberales, cuyo fraude fiscal representa -según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español- sólo el 8% del fraude fiscal total. Es también conocida la intervención de autoridades públicas para proteger al Sr. Emilio Botín de las pesquisas de la propia Agencia Tributaria. El caso más conocido es la gestión realizada por la exVicepresidenta del Gobierno español, la Sra. De la Vega, para interrumpir una de tales investigaciones. 

Pero el Sr. Botín no es el único. Como señala el New York Times, hace dos años, César Alierta, presidente de Telefónica, que estaba siendo investigado, dejó de estarlo. Como escribe el New York Times con cierta ironía, "el Tribunal desistió de continuar estudiando el caso porque, según el juez, ya había pasado demasiado tiempo entre el momento de los hechos y su presentación al tribunal". 

Una medida que juega a favor de los fraudulentos es la ineficacia del Estado así como su temor a realizar la investigación. Fue nada menos que el Presidente del Gobierno español, el Sr. José Mª Aznar, que en un momento de franqueza admitió que "los ricos no pagan impuestos en España". Tal tolerancia por parte del Estado con el fraude fiscal de los súperricos se justifica con el argumento de que, aún cuando no pagan impuestos, las consecuencias de ello son limitadas porque son pocos. . La solidez de tal argumento, sin embargo, es nula. En realidad, alcanza niveles de frivolidad. Ignora la enorme concentración de las rentas y de la propiedad existente en España , uno de los países donde las desigualdades sociales son mayores y el impacto redistributivo del Estado es menor. Los 44.000 millones de euros al año que no se recaudan de los súper ricos por parte del Estado hubieran evitado los enormes recortes de gasto público social que el Estado español está hoy realizando. 

Pero otra observación que hace el New York Times sobre el fraude fiscal y la banca es el silencio que existe en los medios de información sobre tal fraude fiscal. Tal rotativo cita a Salvador Arancibia, un periodista de temas financieros en Madrid, que trabajó para el Banco Santander, que señala como causas de este silencio el hecho de que el Banco Santander gasta mucho dinero en anuncios comerciales, siendo la banca uno de los sectores más importantes en la financiación de los medios, no sólo comprando espacio de anuncios comerciales, sino también proveyendo créditos -aclara el Sr. Salvador Arancibia- medidas de enorme importancia en un momento como el actual, donde los medios están en una situación financiera muy delicada". De ahí que tenga que agradecer al diario que se atreva a publicarlo, porque hoy, artículos como los que publica el New York Times y el mío propio, no tienen fácil publicación en nuestro país. Es lo que llaman "libertad de prensa".

Vicenç Navarro, Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University