jueves, 26 de enero de 2017

TENGO ALGO QUE CONTARTE (11)

Correspondencia entre dos mujeres.



La Habana, martes 24 de enero de 2017



FIESTAS NAVIDEÑAS Y AÑO NUEVO EN EL CAIMÁN VERDE

Mi querida Vicentita,


En los albores del recién nacido 2017 te tengo que confesar que lo más que anhelo para ustedes, los catalanes de talante noble y generoso, y para los cubanos que habitamos en este caimán bravío, es que nuestras miradas y corazones contemplen el renacer de la paz y de la solidaridad entre los hombres y las mujeres. Que los poderosos olviden por un momento la rapacidad que los guía y destinen el mínimo y decoroso 0.7% para las naciones del sur donde se concentran los más altos niveles de pobreza y miseria hiriente y que accionen para reconciliar el desarrollo concentrado en el norte con la madre naturaleza. Y que la sensatez toque en las mentes de los grandes consorcios militares y se detenga la escalada armamentista y se destinen parte de esos recursos, ya que pensar en mucho más es una quimera de oro, a llenar, aunque sea un poquito, los estómagos de los millones de niños que mueren de desnutrición o de enfermedades tratables en la actualidad.

Las navidades en Cuba no cuentan con la ampulosidad de las sociedades llamadas de consumo del que se dice primer mundo. No hay derroche de luces porque la tenemos que ahorrar para que no se apague en ninguno de los 98% de los hogares hoy electrificados, ni el mercado irresponsable es protagonista de celebración alguna.




Diciembre esta cargado de celebraciones históricas y de fiestas populares  para los cubanos. Se celebra el 2 de diciembre el desembarco del Granma con lo cual se dio inicio a una nueva y decisiva etapa para la total independencia del país, el 22 de diciembre tuvo lugar el aniversario 55 de la Campaña  de Alfabetización, una de las obras mas humanas emprendida por adolescentes para eliminar el 30% del analfabetismo que sufría la población en 1961  y, bueno en la noche vieja se recibe el amanecer del 1ro. de enero fecha en que bajaron las tropas rebeldes de la Sierra Maestra. 

Diciembre también es un mes cultural. Tiene lugar el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. El pasado  año con una importante representación  de cineastas latinos, norteamericanos y europeos. Es un festival que con mayor fuerza cada año supera los limites de presencia de latinoamericanos, ofreciendo una amplia muestra de lo mejor del cine del sur. La Feria Internacional de Artesanía y el Festival Internacional de Ballet. El publico se lanza para la calle a disfrutar y literalmente a cazar las entradas para la actividades programadas, a precios muy bajos subvencionados por la política cultural oficial, por el estado. Las calles se convierten en un hervidero de personas que como hormigas se mueven en búsqueda de su cuota de buen arte.




Las celebraciones propiamente de carácter religioso perdieron al triunfo de la Revolución la lucidez y brillo que el comercio y la clase aristocrática le ofrecían. También contribuyó a ello los estremecedores días de la conocida Navidad Sangrienta de diciembre de 1958, fecha en la que se masacró impunemente a cerca de un centenar de jóvenes que apoyaban a la Revolución ya victoriosa en diciembre de 1958. A ello se unieron las fuertes restricciones impuestas por los Estados Unidos en los propios albores de enero del 59 lo que apagaron la hipócrita fastuosidad de unas festividades que dejaban en las sombras a los más pobres como también encubrían el clima de terror y miedo que caracterizó los cerca de 10 años de tiranía batistiana. Sin embargo, la ocasión del 24 de diciembre, nacimiento del  niño Jesús, la  Noche vieja y el propio día de Reyes no dejó de celebrarse en el entorno de las familias cubanas, muy dispuestas siempre para la reunión de sus miembros y amigos, de vecinos, de colegas de trabajo, con la distinción que son festividades austeras y a través de los años ajustadas a las condiciones económicas del país.

La religiosidad ausente por décadas retorna, no con poca presencia, a la vida de los cubanos. A la Misa del Gallo a las 12 de la noche acuden cientos de cubanos, especialmente a la Catedral de La Habana y a las más importantes iglesias y parroquias a todo lo largo del país. El cubano, sea de la religion yoruba, católica, evangelista u otras prácticas, habla con los santos y en monólogos creativos ora por su familia, amigos, vecinos y por la paz personal, de su país y del mundo, en particular el 31 de diciembre a las 12 de la noche. Justo en este momento hay que tener cuidado para pasar por debajo de los balcones y escaleras ya que  permanece la costumbre de lanzar dos o tres tres cubos de agua, al menos, para la calle para botar todo lo malo y limpiar de energías negativas el hogar  y la familia, según la leyenda popular.  También hay quien le da una vuelta al reparto con una maleta y vestido como si fuera de viaje para atraer una salidita fuera de la Isla. Otros se acercan a las costas a depositar flores a sus santos yorubas, Ochun y Yemaya, y después continua la fiesta.




El 24 y el 31 de diciembre  es de celebración familiar, sea en la casa o en algún centro recreativo. El 25 de Diciembre y el primer día del año es para pasear, hacer visitas y saludar a los mas cercanos. En las mesas predominan los manjares típicos que han vencido a los años y a los siglos y siguen siendo acto de digna  cubanía. Arroz con frijolitos negros o arroz con gris, tostones, plátanos a puñetazos, yuca con mojo, frituritas de malanga, tamales o yayuyos, carne de cerdo, ensaladas y postres. Todo ello ajustado a la economía familiar con objetivas inversiones. En realidad se disfruta mucho el ambiente de los preparativos. Conseguir todos los ingredientes a veces lleva esfuerzo, pero no hay mesas vacías y abunda la sana alegría y la buena música en un ambiente de  tranquilidad y disfrute. 

Así es diciembre, el mes de las fiestas navideñas en Cuba. Todos los cubanos pasan sus festividades en familia y buena compañía, con  alegría intima o bulliciosa.

Por demás ya suman miles los turistas que visitan el país por esas fechas para compartir a la cubana la buena música, el buen arte, el ron, el tabaco, el calor húmedo de la isla y con la alegría y tranquilidad esperan el amanecer del del  Nuevo año. 

Un abrazo tan fuerte como siempre.

La Habanera



(*)Tengo algo que contarte. Correspondencia entre dos mujeres es una relación epistolar entre una mujer de La Habana y otra de Salt (Girona). La publicación de estas cartas se realiza con el permiso de ellas mismas que han confiando en La Guerrilla Comunicacional su publicación.

Si es la primera carta que lees puede ser que te interese ver el histórico de la correspondencia:

Prólogo: Prólogo
Carta 1ª: Carta nº 1
Carta 2ª: Carta nº 2
Carta 3ª: Carta nº 3
Carta 4ª: Carta nº 4
Carta 5ª: Carta nº 5
Carta 6ª: Carta nº 6
Carta 7ª: Carta nº 7
Carta 8ª: Carta nº 8
Carta 9ª: Carta nº 9
Carta 10ª: Carta nº 10