lunes, 27 de abril de 2020

QUE CADA APLAUSO SIRVA PARA NO PERDER LA MEMORIA


En estos días de confinamiento, en los que quiero ser parte de la solución y no del problema, veo con cierta angustia la grave situación sanitaria de Madrid. Y me viene a la mente la figura del doctor Luís Montes, un buen salmantino que se hizo médico anestesista con el afán de ayudar al prójimo.


Luís Montes


El doctor Montes se licenció en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, en la especialidad de Anestesia y Reanimación. Fue director médico del Hospital La Paz de Madrid y en 1987 ingresó como anestesiólogo en el recién creado Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés (Madrid), del que fue jefe del Servicio de Reanimación y director y, desde el año 2000, coordinador de urgencias, cargo que desempeñó hasta 2005.

Luis fue siempre un defensor acérrimo de la sanidad pública.

En el año 2005, Luís Montes y su equipo, fueron investigados por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a causa de una denuncia anónima, en la que se les acusaba de sedaciones en dosis elevadas en enfermos terminales en el Servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa.


Hospital Severo Ochoa de Leganés

Por esa época, el gobierno del Partido Popular (PP), con Esperanza Aguirre al frente y con Manuel Lamela, como Consejero de Sanidad, tenían un plan de negocio para privatizar la sanidad pública madrileña. Tras varios años de ejecución de privatizaciones en todos los sectores fundamentales de la economía nacional, ellos pensaron en hundir el barco más valorado por la ciudadanía, la sanidad pública. Para liquidarla, había que invertir esa valoración. Y las denuncias a Montes y su equipo  fueron el motor de arranque de esa campaña.

Como es de costumbre, el Partido Popular pidió la ayuda de sus incondicionales para llevar a cabo dicha campaña y ahí se sumaron periodistas, altos cargos, jueces y empresas del sector de matriz privada o religiosa. Todo para alarmar a la población contra la sanidad pública y así, Aguirre y Lamela, llevaban el debate de la sanidad a un camino sin destino, pero que servía a sus fines: lograr la privatización de la sanidad a escondidas.

La denuncia anónima hacía referencia al asesinato de 400 pacientes a lo largo de varios años. Se creó una asociación de afectados para intervenir como acusación particular. Ya sabemos la facilidad del PP para crear asociaciones acusatorias, pero de ello ya hablaré otro día. Esta asociación sólo consiguió dos familiares para testificar, que se retiraron en el juicio cuando realmente se dieron cuenta del percal. Aún así, esa asociación, de forma misteriosa, tuvo acceso a documentos durante la fase de instrucción que le fueron negados a la defensa. Al final, al no presentarse ningún familiar de los supuestos afectados, los juristas lo llamaron “un delito sin víctimas”. Y se quedaron tan anchos.

La gran mentira, en la que se basaron para emprender la acción legal, fue que, en términos estadísticos, las tasas de mortalidad en las urgencias del Hospital Severo Ochoa eran superiores a las de cualquier otro hospital de la Comunidad de Madrid. La verdad, que todo el mundo sabía, políticos, periodistas, profesionales sanitarios, etc. etc, es que, por motivos técnico-sanitarios, la dirección del hospital había decidido integrar la unidad de enfermos terminales en la misma unidad de urgencias. Por ello, las mismas estadísticas indicaban que en el resto del centro apenas había mortalidad, pero este dato se ocultó de forma malintencionada para poder hacer algo creíble la denuncia. 


Lamela y Aguirre


Pero el gran teatro ya estaba formado, el PP tenía su máquina a todo gas, el daño a los denunciados ya estaba hecho y la alarma entre la ciudadanía era una realidad. La (mal llamada) justicia de este país alargó el proceso el tiempo necesario para que el dúo Aguirre-Lamela llevara a cabo su campaña de privatización, dejando en total desamparo a los encausados. Mientras tanto todo un linchamiento. El doctor Montes y sus compañeros vivieron una terrible pesadilla. En radios y televisiones les acusaban de ser nazis exterminadores. Mientras la caverna mediática seguía injuriando, de forma cruel, la realidad era otra distinta. Nadie con dos dedos de frente se creía el montaje. Aunque Montes fue apartado de su cargo, tanto él como el resto de sus compañeros siguieron ejerciendo la medicina en el mismo hospital. 

Después de dos años y medio el juez desestimó las acusaciones, aunque dilató un poco más el proceso para no coincidir con las elecciones autonómicas y municipales, que se debían celebrar por esas fechas. En la sentencia declaró: "Varios pacientes han muerto tras mala práctica médica a la hora de sedarles", aunque admitía que no hay pruebas de que se deba "excesivamente a los fármacos prescritos”. La maniobra del juez Rafael Rosel fue declarar en la sentencia una cosa y su contraria. Y así los medios de comunicación cavernarios tuvieron también su titular. 

El doctor Montes nunca cesó en luchar por su defensa, la de sus compañeros y la defensa de la sanidad pública. Recurrió la sentencia con el objetivo de eliminar cualquier alusión a la mala praxis de él y su equipo. Finalmente, la Audiencia Provincial de Madrid falló en su favor y ordenó suprimir “toda referencia sobre mala práctica de los médicos denunciados”. Habían pasado tres años, que fueron suficientes e implacables, para destrozar la sanidad pública madrileña con políticas a favor del negocio privado.

El teatro político-mediático-judicial había acabado, ya nada importaba. Madrid estaba de nuevo en manos de Esperanza Aguirre, la Consejería de Sanidad ya había comenzado su imparable política de destrucción de la Sanidad Pública en favor de los negocios sanitarios. Y, cómo no, se vive una vez más el desembarco en esas sociedades empresariales de las amistades del partido, personas afines y otros terratenientes al uso. A día de hoy es casi imposible encontrar hemeroteca de aquellos días, sobre todo de la caverna mediática de Madrid, que han borrado cualquier noticia, engañosa y maliciosa, publicada en aquella época. 


Manifestaciones de la Mareas Blancas


Quiero recordar a las Mareas Blancas. Por aquel entonces, estos colectivos de médicos y personal sanitario se enfrentaron a los políticos gánsters y a los porrazos habituales de la policía, con el objetivo de que los ciudadanos fueran conscientes del daño que se estaba causando a su sistema público hospitalario. Recuerdo esas marchas, perfectamente, por que estuve allí, cámara en mano, compartiendo la calle con las batas blancas. Muchas personas prefirieron la ignorancia, su analfabetismo político, que les hacía pensar que detrás de esas manifestaciones había intereses partidistas. Y no. Eran unicamente las profesionales de la salud pública defendiendo uno de los pilares de la humanidad: la sanidad. Que junto a la educación y la cultura, nos mantiene como sociedad.




En estos días de cuarentena, observo como muchas personas aplauden a los servicios de salud y emergencias. No dudo del honroso acto y de que algunas de esas personas estuvieron en las manifestaciones de las citadas Mareas Blancas, pero creo que el resto, en un ejercicio de hipocresía habitual, aplaude sin entender el daño que hizo su voto. Y no sólo lo digo por los votantes del Partido Popular en Madrid, también por los votantes de la Convergencia de Artur Mas en Cataluña o por los votantes del PSOE en Asturias, por poner algún que otro ejemplo, que hay varios y de todos los colores, con la misma intencionalidad de privatizar nuestra sanidad pública. A todas ellas les pido menos aplausos y más coherencia e inteligencia a la hora de elegir los gestores de nuestros recursos públicos. Y saber, o aprender, que defender a los profesionales sanitarios se debe hacer cada día, no ahora que son imprescindibles, por que imprescindibles lo son siempre. 

Toda aquella pesadilla acabó con la decisión del Gobierno de Madrid de privatizar la gestión de seis hospitales y 27 centros de salud ya en funcionamiento y con personal público trabajando en ellos. Y siguieron siendo votados. Y siguen. Me gustaría entenderlo. Por todo ello, y como escribía al inicio, siento angustia hoy cuando observo la grave situación sanitaria de Madrid. 




En estos momentos, en los que estoy acabando de escribir estas líneas, me llegan las noticias del fallecimiento de la madre de un buen amigo, que me dice que no ha podido despedirse de ella. También, me llaman para informarme del fallecimiento de un primo hermano mío, en un pueblo cercano a Madrid. Me dicen que solo podrán asistir al funeral dos personas y enseguida del finado se harán cargo los bomberos y la Guardia Civil.

Espero que cada aplauso a los sanitarios sirva para no perder la memoria, por que si no, se promueve el olvido y que se siga votando a la indiferencia, a los culpables, a los mismos. 


Epílogo:

· Manuel Lamela. Tras salir de la Consejería creó toda una red de empresas relacionadas con la sanidad privada, entre estas Madrid Medical Destination S.L y Madrid Ciudad de la Salud S. A. Respecto a esas empresas, es significativo que en Madrid Medical Destination participa como asociado Capio Sanidad, que gestiona varios hospitales públicos. Capio es la matriz de la empresa Unilabs, adjudicataria de los análisis clínicos de varios hospitales públicos y la firma de la que era consejero el ex responsable de Sanidad Juan José Güemes, hasta que éste se viera obligado a dimitir por la polémica generada por su fichaje, ya que fue el propio Güemes quien privatizó esos servicios. Lamela preside, además, Madrid Centro Médico, una asociación sin ánimo de lucro constituida por los principales grandes centros sanitarios privados de la Comunidad de Madrid y que recibió una subvención del Gobierno de Aguirre de 1,3 millones de euros, procedente de la partida del Ministerio de Ciencia e Innovación. En aquellas fechas, preguntado por los medios sobre si no le suponía un conflicto haber pasado de representar y supuestamente defender la sanidad pública a hacer negocio con la sanidad privada, Lamela respondió que él hablaba de “sanidad sin apellidos”.

· Esperanza Aguirre. Tras su jubilación, pasó a dividir su tiempo entre la dedicación a sus seis nietos y su afición al golf. Después de una solicitud cursada por la Fiscalía Anticorrupción de la Audiencia Nacional en agosto de 2019, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón determinó el 2 de septiembre, de ese mismo año, la imputación de Aguirre (junto a la de Cristina Cifuentes) en una pieza del macrosumario del caso Púnica por presuntos delitos de financiación ilícita, desvío de dinero público y falsedad documental y la citó a declarar en octubre, destacando en su auto el papel «decisivo y esencial» que supuestamente habría tenido Aguirre en la financiación ilegal de las campañas electorales del PP, para las que se sustrajeron más de seis millones de euros de 8 consejerías y agencias de la Comunidad de Madrid. Para la líder popular, la idea de “que los servicios públicos deben de ser gestionados por los servicios públicos es un dogma de izquierdas” y asegura que “la obligación de los políticos es gestionar los servicios públicos al menor coste posible, por ello, la empresa privada es más eficaz que la pública.”

· Luís Montes. Dos años más tarde de todo el affaire, el salmantino se convertiría en presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente desde donde defender la libertad de los enfermos terminales a decidir sobre la propia vida y a promover el acceso universal a los cuidados paliativos y a la sedación. Falleció en abril de 2018, con 69 años, mientras viajaba en coche hacia la localidad murciana de Molina de Segura, donde iba a dar una charla sobre la muerte digna. Que su ejemplo y memoria no muera nunca.



Juli Suàrez
La Guerrilla Comunicacional







lunes, 20 de abril de 2020

DÍAS DE...


Días de pasar el rato. Días de curiosidad. Días de aburrimiento. Días de confinamiento.......

En uno de estos días tuve la suerte de descubrir a un escritor, interesante por sí mismo pero, sobre todo, por un cuento breve que enseguida pensé que debía compartir (aunque posiblemente muchas de vosotras ya lo conocereis). Pero vayamos por partes:

Rafael Barrett Álvarez de Toledo, nació en Torrelavega (Cantabria) en 1876, y murió en Arcachon (Francia) en 1910. Hijo de un británico y de una española descendiente de la vieja nobleza, gozó de una exquisita educación; se mezcló con la bohemia madrileña, y tuvo que exiliarse —primero a Argentina y después a Paraguay— tras un incidente, ya legendario, en el que azotó públicamente al duque de Arión. Hombre de una extrema sensibilidad y poseedor de una inmensa cultura, fue un escritor y periodista anarquista que en apenas siete años produjo una obra considerable (El dolor paraguayo. Montevideo, O.M. Bertani, 1911. Mirando vivir. Montevideo, O. M. Bertani, 1912. o Al margen. Montevideo, O. M. Bertani, 1912 entre otras...)


Rafael Barret Álvarez de Toledo

Sudamérica supuso para él una gran transformación no sólo por la miseria que le tocó vivir sino también por las persecuciones que padeció por su ideología. Allí manifestó su anarquismo («Anarquista, dice, es el que cree posible vivir sin el principio de autoridad»), pero pronto su salud se resiente (tuberculoso a los treinta y cuatro años) y retorna a Europa con la esperanza de una curación que nunca llegará. 




Este es su cuento : “Gallinas”

“Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada.

La propiedad me ha hecho cruel. Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies. Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. 

Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llena para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil.

Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas al intruso, pero mis gallinas saltaban el cerco y pusieron sus huevos en la casa del vecino. Reclamé los huevos y mi vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecieron criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté a uno. El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver de su pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra. El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver.

¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí.

Antes era un hombre. Ahora soy un propietario…”

(Extraído del libro “Cuentos Anarquistas de América Latina” de Editorial Eleuterio, 2015. Publicado en El Nacional, 5 de julio 1910.
Fuente: Periódico Anarquista: La Boina.)




Días de reflexión, de lectura, días de...............

Carles Estríngana
La Guerrilla Comunicacional

lunes, 13 de abril de 2020

BILINGÜISMO / BILINGÜISME


Antes:
Patxi Andion, Luis Eduardo Aute, nosotras...

[En poco tiempo se han marchado definitivamente
dos iconos de la música que alguna gente
de mi generación escuchábamos de jóvenes
más allá de las letras y la música. In memoriam.]



En los orígenes estarán siempre escritos algunos nombres propios de un proceso que va pasando de unas a otros la poesía hecha rebelión y la rebelión envuelta en ternura: de Brassens —La mauvauise réputation o Les copains d'abord— a Paco Ibáñez, por ejemplo, o de las hermosas postales que nos llegaban de las américas, que acababan decorando buena parte de la habitación donde soñábamos, a las “noves cançons” de aquí y de allá que seguramente empezaban a alimentar lo que el amigo Xavier Diez denomina “onanismo de la identidad” cuando habla de la suicida fragmentación de la izquierda renunciando a la transformación social y la extensión de los valores republicanos. De las postales latinoamericanas podría escribir y escribir sin cansarme: nos traían las músicas de todas las revoluciones que fueron o que querían ser mientras el cóndor pasa  —Cuba, Nicaragua, Chile, Uruguay, Argentina, Brasil, Venezuela, Perú,… 


y así hasta todos los demás— ilustrando las luchas de aquellos pueblos unidos y resistentes por siglos que jamás serán vencidos —Inti-Illimani —desiguales luchas que, como nos recordaba Eduardo Galeano, en esta extensa pero creo que obligada cita:

Nos enseñaron que nosotras tenemos la alegría de nuestras alegrías, y también la alegría de nuestros dolores, porque no nos interesa la vida indolora, que la civilización del consumo vende en los supermercados. Y estamos orgullosos del precio de tanto dolor, que con tanto amor pagamos. Nosotros tenemos la alegría de nuestros errores, tropezones que muestran la pasión de andar y amor por el camino. Y tenemos la alegría de nuestras derrotas, porque la lucha por la justicia y la belleza valen la pena también cuando se pierden. Y sobre todo tenemos la alegría de nuestras esperanzas. En plena moda del desencanto, cuando el desencanto se ha convertido en artículo masivo y universal, nosotras seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano.

[Y ahora creo que es el momento de invitarte a volver a escuchar el Canto general de Pablo Neruda-Mikis Theodorakis …de nada]


Y cuando después de pasar por el Olympia parisiense llegaban a nosotros, se fundían con nuestras Grandola vila morena, Canto a la libertad, Campanades a morts o Txoria txori —la que explica que,

si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habría escapado.

Pero así, habría dejado de ser pájaro.
Y yo…
yo lo que amaba era un pájaro.

Y fundidos nos ayudaban a recuperar deprisa la memoria y la esperanza. Y jóvenes como éramos desobedientes e insumisas nosotras decíamos NO con fuerza, pasión y compromiso ayudados por los nuestros, desde aquel chaval de Xàtiva —nosaltres no som d'eixe món, ¿recuerdas?— hasta el Patxi Andion de El maestro  o de la popular y republicana Ay Manuela —«Andar a contracorriente es la obligación de un artista, no la opción» confesaba en una de las entrevistas del mes de La Guerrilla Comunicacional—, pasando por muchos y muchas otras que llamábamos cantautores comprometidos…

Y así, soñando y luchando consumíamos las noches hasta llegar al alba cantada por Aute. En realidad escrita por él pero cantada por primera vez por Rosa León. Según las manifestaciones del propio Aute, la canción no fue escrita pensando en los tres miembros del FRAP y dos de ETA condenados a muerte y finalmente ejecutados por el franquismo. Él había tratado de componer un tema de amor que en principio no tenía relación con los fusilamientos. Y fue Rosa León quien al presentar la canción en un concierto unos días antes de los fusilamientos, la dedicó a los condenados, haciendo de Al Alba un himno definitivamente asociado a aquellos penúltimos asesinatos de la dictadura

Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas.
¿No te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza?
¡Maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana!

Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga.
Quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.




Ara:
La lectura del món és prèvia a la lectura de la paraula...(Paulo Freire)*
(Traducción al castellano a continuación)

Malgrat que els diccionaris oficials encara no els han obert la porta, lògic, el dia a dia va incorporant mots d’aquí i d’allà que s’inventen sobretot organismes, institucions i personatges d’una certa rellevància mediàtica. En la societat líquida dominant, però, algunes d’aquestes noves paraules generalment pretenen ocultar la realitat o enredar-la fins a fer-la irreconeixible. Un exemple d’això que ens arriba cada vegada amb més freqüència: sensellarisme, derivat del substantiu sensellar, que segons el TERMCAT*(1) significa «la situació d’una persona que no disposa de les mínimes condicions d’habitatge que permeten viure amb dignitat». Déu-n’hi-do, no? En castellà encara sona més rar: «sinhogarismo», que integra «los sintecho y los mal alojados», segons llegia fa poc en un titular de premsa.



Podria aportar exemples dels diferents àmbits o temes de qualsevol de les ciències socials: des del feminisme a l’educació passant per la sociologia i l’economia. Però no ho faré, només vull deixar clar, amb el permís i la indulgència de la meva mestra i amiga Carme, que no m’agrada continuar llegint coses com «pobresa intermitent», «periferització social», «família sindiàsmica», «patriarcat colonial heteronormatiu», «democràcia imperfecta», «classes socials desafavorides» o «financiarització de la naturalesa»; com tampoc paraules, per molt acceptades que siguin pels encarregats del tema d’acceptar paraules, com gentrificació, racialització, colonialitat, blanquitud, futuràlgia —entesa com la nostàlgia de futurs millors— o catalanofonia —explicada així per l’autor d’una obra amb el mateix títol:

...és un nom (relativament) nou per a una realitat que faríem bé de reinterpretar. És un intent de caracterització d’una comunitat lingüística que defuig programàticament els plantejaments identitaris i se centra, sobretot, en els factors comunicatius, interaccionals. Podríem dir que es una proposta que vol desidentitzar el fet de compartir una mateixa llengua i centrar els esforços a bastir una comunitat d’interessos més enllà de les emocions... 

entesos? Ni encara menys neologismes com mena, «menor estranger no acompanyat» —quina bajanada, oi?. Ens diu Manuel Rivas, l’escriptor gallec autor del relat que va fer servir José Luis Cuerda a La lengua de las mariposas, que “las palabras contienen la historia de quienes las usan”. Quines i quantes riques històries pot arribar a contenir aquesta merda de paraula?



La claredat i alhora la precisió, que haurien de cercar la major i millor comprensió d’un text, d’una idea complexa o d’un concepte nou, sembla que passen a un segon pla i interessa més el ressò mediàtic de l’última ocurrència lingüística malgrat que enfosqueixi o oculti el significat. En una entrevista recent Eric Toussaint deia: “La idea de gobiernos de gente experta es ganar tiempo, cansar al pueblo y convencerle de que no está preparado para definir lo que hay que hacer”. Voleu dir que en aquesta idea dels governs no hi col•laboren amb passió els que generen —i n’abusen— aquesta mena de postllenguatge ocultador i pervers que critico?

És clar, jo no soc ningú per jutjar l’oportunitat i conveniència a l’hora de fer servir un mot que entén menys de l’1% de la població lectora o un altre de domini públic per dir el mateix o una cosa semblant, i el mateix serveix per als conceptes i expressions de tota mena. No soc ningú però crec que com a ciutadà que aspiro a un món socialista que generi més felicitat, més llibertat, més igualtat de drets i d’opcions de benestar, més justícia social i més solidaritat, hauria de poder aixecar la veu per denunciar excessos en molts escrits i discursos de l’esquerra anticapitalista i revolucionària que no arriben més enllà d’una minoria «educada» en aquesta cultura de l’excés.


Reivindico, doncs, claredat, molta claredat, tota la veritat possible i, per què no?, una mica d’ironia o d’humor... [malgrat que sigui del tipus d’aquests gags que corren per les xarxes: “—España para los españoles. —Eso, que se jodan”; “—¿Capital de España? —La mayoría en Suiza”; “Hasta que punto ha llegado el PSOE que ahora parece que Pedro Sánchez, el pavo que pactó con Ciudadanos, es el puto Che Guevara.” o “Estamos perdiendo los mejores años de nuestra vida votando.”. Ja només amb la producció que ens regala l’amic Kalvellido tindríem un bon repertori per fer servir en qualsevol ocasió, malgrat que com li explico al Kalve que si fem parella li hauré d’advertir que “Lo más jodido de trabajar en equipo es convencer al resto de que no tienen ni puta idea”…]. Resumint: clar i català, i, en els temps del còlera i sempre, recordar que, com es diu, allò veritablement revolucionari és l’humor. És tan difícil?  
     
-Final
[I així, escapolint-me de tants fragments de memòria com els anteriors que venen i marxen ràpids algunes nits d’aquests dies increïbles, i sempre abans que pugui entendre d’on ve aquest intens sabor de mandarina que m’inunda, espero que arribi el moment que el carter truqui dues vegades a alguna porta fornellenca, el meu germà dimoni del carrer monturiol em torni a convidar a l’enyorat mig donut i pugui mirar per fi les hortes eugenienques novament prenyades de primavera.]

P/D
1. I com que va de metàfores, amistat, música i bilingüisme us regalo aquestes dues peces que ens acompanyaran sempre ...

Paco Ibáñez - Palabras para Julia:
Pep Gimeno Botifarra – M’aclame a tu, d’Ovidi Montllor:

2. Y para estar en paz con todo el mundo, y seguir con las metáforas, el final final de esta página bilingüe en otras dos canciones que me hicieron un poco como soy.

A las barricadas:
La Internacional:

Sebas Parra
La Guerrilla Comunicacional


Traducción:


Ahora:
La lectura del mundo es previa a la lectura de la palabra...(Paulo Freire)

A pesar de que los diccionarios oficiales aún no les han abierto la puerta, lógico, el día a día va incorporando palabras de aquí y de allá que se inventan sobre todo organismos, instituciones y personajes de una cierta relevancia mediática. En la sociedad líquida dominante, sin embargo, algunas de estas nuevas palabras generalmente pretenden ocultar la realidad o enredarla hasta hacerla irreconocible. Un ejemplo de ello que nos llega cada vez con más frecuencia: "sensellarisme”, derivado del sustantivo “sensellar”, que según el TERMCAT*(1)  significa «la situación de una persona que no dispone de las mínimas condiciones de vivienda que permiten vivir con dignidad». ¿Tela marinera, no? En castellano aún suena más raro: «sinhogarismo», que integra «los sintecho y mal alojados», según leía hace poco en un titular de prensa.

Podría aportar ejemplos de los diferentes ámbitos o temas de cualquiera de las Ciencias Sociales: desde el feminismo a la educación pasando por la sociología y la economía. Pero no lo haré, sólo quiero dejar claro, con el permiso y la indulgencia de mi maestra y amiga Carmen, que no me gusta continuar leyendo cosas como «pobreza intermitente», «periferización social», «familia sindiàsmica», «patriarcado colonial heteronormativo »,«democracia imperfecta»,«clases sociales desfavorecidas» o «financiarización de la naturaleza»; como tampoco palabras, por muy aceptadas que sean por los encargados del tema de aceptar palabras, como gentrificación, racialización, colonialidad, blanquitud, futuralgia -entendida como la nostalgia de futuros mejores- o catalanofonia -explicada así por el autor de una obra con el mismo título:

...es un nombre (relativamente) nuevo para una realidad que deberíamos reinterpretar. Es un intento de caracterización de una comunidad lingüística que rehuye programáticamente los planteamientos identitarios y se centra, sobre todo, en los factores comunicativos, interaccionales. Podríamos decir que es una propuesta que quiere desidentizar el hecho de compartir una misma lengua y centrar los esfuerzos en construir una comunidad de intereses más allá de las emociones... 

¿entendido?- ni mucho menos neologismos como mena, «menor extranjero no acompañado» -qué tontería, ¿verdad?. Nos dice Manuel Rivas, el escritor gallego autor del relato que usó José Luis Cuerda en La lengua de las mariposas, que "las palabras contienen la historia de quienes las usan". ¿Que y cuántas ricas historias puede llegar a contener esta mierda de palabra?

La claridad y al mismo tiempo la precisión, que deberían buscar la mayor y mejor comprensión de un texto, de una idea compleja o de un concepto nuevo, parece que pasan a un segundo plano y interesa más el eco mediático de la última ocurrencia lingüística aunque oscurezca o oculte el significado. En una entrevista reciente Eric Toussaint decía: "La idea de gobiernos de gente experta es ganar tiempo, cansar al pueblo y convencerle de que no está preparado para definir lo que hay que hacer". ¿No te parece que en esta idea de los gobiernos no colaboran con pasión los que generan -y abusan- de este tipo de postlenguaje ocultador y perverso que critico?

Evidentemente, yo no soy nadie para juzgar la oportunidad y conveniencia a la hora de utilizar una palabra que entiende menos del 1% de la población lectora u otra de dominio público para decir lo mismo o algo parecido, y lo mismo sirve para los conceptos y expresiones de todo tipo. No soy nadie pero creo que como ciudadano que aspiro a un mundo socialista que genere más felicidad, más libertad, más igualdad de derechos y de opciones de bienestar, más justicia social y más solidaridad, debería poder levantar la voz para denunciar excesos en muchos escritos y discursos de la izquierda anticapitalista y revolucionaria que no llegan más allá de una minoría «educada» en esta cultura del exceso.

Reivindico, pues, claridad, mucha claridad, toda la verdad posible y, ¿por qué no?, un poco de ironía o de humor ... [aunque sea del tipo de estos gags que corren por las redes: "- España para los españoles. -Eso, que se jodan "; "-¿Capital de España? -La mayoría en Suiza "; "Hasta que punto ha llegado el PSOE que ahora parece que Pedro Sánchez, el pavo que pactó con Ciudadanos, es el puto Che Guevara." o "Estamos perdiendo los mejores años de nuestra vida votando.". Ya sólo con la producción que nos regala el amigo Kalvellido tendríamos un buen repertorio para usar en cualquier ocasión, aunque cómo le explico a Kalve que si hacemos pareja le tendré que advertir que "Lo más jodido de trabajar en equipo es convencer al resto de que no tienen ni puta idea "...]. Resumiendo: clar i català*(2) , y, en los tiempos del cólera y siempre, recordar que, como se dice, lo verdaderamente revolucionario es el humor. ¿Es tan difícil?.

-Final
[Y así, escapándome de tantos fragmentos de memoria como los anteriores que vienen y se van rápidos algunas noches de estos días increíbles, y siempre antes de que pueda entender de dónde viene este intenso sabor de mandarina que me inunda, espero que llegue el momento en que el cartero llame dos veces a alguna puerta fornellenca, mi hermano demonio de la calle monturiol me vuelva a invitar al añorado medio donut y pueda mirar por fin las huertas eugenienques*(3)  nuevamente preñadas de primavera.]


P/D
1. Y com que va de metáforas, amistad, música y bilingüismo os regalo estas dos piezas que nos acompañarán sempre...

https://www.youtube.com/watch?v=Sa7T72nWa_A : Paco Ibáñez - Palabras para Julia
https://www.youtube.com/watch?v=bfH-OGciN3k : Pep Gimeno Botifarra – M’aclame a tu, d’Ovidi Montllor


2. Y para estar en paz con todo el mundo, y seguir con las metáforas, el final final de esta página bilingüe en otras dos canciones que me hicieron un poco como soy.



Sebas Parra
La Guerrilla Comunicacional


[1] Termcat, Centro de Terminología, es un consorcio público catalán creado en 1985 con el fin de garantizar el desarrollo y la integración de la terminología catalana para la elaboración de recursos terminológicos, la normalización de neologismos y el asesoramiento terminológico, en un diálogo permanente con usuarios y especialistas.
[2] Literalmente «claro y catalán» però podría traducirse por «sin pelos en la lengua».
[3] Huertas del termino de Santa Eugenia, barrio de Girona, que rodean mi domicilio