sábado, 13 de julio de 2019

LA OBSTINADA MANÍA DEL IMPERIALISMO CONTRA LA SOBERANÍA DE CUBA.

ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

Lic. Jorge Félix Mejías Sánchez. 



…Un día nuestros fantasmas,
los fantasmas de todo el universo,
no hace falta que sean camaradas,
basta con ser compañeros en la muerte,
van a ajustarle cuentas a la historia…” 
SR.



La obstinada manía del imperialismo por apoderarse de la soberanía de Cuba no se inició en enero de 1959 con el triunfo del Ejército Rebelde comandado por el líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tampoco con la alianza de la isla al bloque socialista del este europeo.

El Destino Manifiesto, la Doctrina Monroe, las políticas de la Fruta Madura, el Gran Garrote y del Buen Vecino, articulan algunos elementos del conjunto de fundamentos, pensamientos y doctrinas de carácter histórico sobre los que se conforma la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba y América Latina.




La doctrina del “Destino Manifiesto”, fundamentaba que los estadounidenses tenían el derecho, incluso la obligación, de expandir su dominio sobre el continente, lo que llegó a considerarse que era voluntad de Dios; “…Es nuestro destino manifiesto esparcirnos por el continente que nos deparó la Providencia para que en libertad crezcan y se multipliquen anualmente millones y millones de norteamericanos…”

“América para los (norte) americanos”, proclamado por el presidente James Monroe en 1823 reflejó las ideas expansionistas que posteriormente serían denominadas como “Doctrina Monroe”. Dicha doctrina expresó con claridad la intención de Estados Unidos de apropiarse de toda América, en un período en que potencias europeas sometían también parte del actual territorio norteamericano.

La “Doctrina Monroe”, se convirtió en la bandera diplomática de los Estados Unidos para América; junto a la teoría del “Destino Manifiesto”. Estas  contribuyeron a la consolidación de la conciencia nacional y la coherencia interna de los Estados Unidos en torno a la filosofía y voluntad expansionista. 




Theodore Roosevelt, neoyorquino, republicano, quien gobernó en el periodo 1901-1908, expreso, “…Hablemos suavemente, pero con un gran garrote en la mano…”; atribuyéndosele la práctica del “Gran Garrote” o "Diplomacia de la Cañonera”.

Esta política de “Gran Garrote”, tiránica e intervencionista, se mantuvo hasta 1934 que es reemplazada por la del “Buen Vecino” o “New Deal” (Nuevo Contrato) como respuesta a la decadencia de la “Diplomacia de las cañoneras” y a la gran crisis económica de 1929. 

Desde épocas tan tempranas como 1781 comenzaron a hacerse públicas las primeras manifestaciones expansionistas de Estados Unidos, Thomas Jefferson, quien gobernó en el periodo 1801-1809, diseñó un plan para anexarse a Cuba, la Florida y México. En abril de 1823, John Quincy Adams, entonces secretario de estado, expreso “…Cuba ha venido a ser de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de la Unión…”.

Entre los años 1823 y 1827, los gobiernos estadounidenses  de turno disponían de “agentes especiales” que se  radicaron en Cuba, para obtener información de carácter estratégico que les dieran ventajas en la futura guerra ,hispano-cubana–norteamericana en función de sus intereses intervencionistas. Por este canal fueron enviadas en notas confidenciales al Departamento de Estado Informaciones relacionadas al estado de la población, los grupos políticos de la Isla, recursos naturales, capacidad de los independentistas cubanos y otras de carácter militar sobre las fuerzas españolas.

El Presidente estadounidense, demócrata, James Knox Polk (1845-1849), y su secretario de Estado James Buchanan, intentaron comprar Cuba a la Corona de España, lo cual no lograron. En ese contexto el propio Buchanan declararía “…Debemos tener a Cuba, no podemos seguir sin ella y sobre todo no debemos tolerar que sea transferida a Gran Bretaña; tenemos que obtenerla mediante un golpe de Estado, Cuba ya es nuestra…”




En 1854 ministros estadounidenses  del gobierno demócrata de Franklin Pierce, hacían público el Manifiesto de Ostende, en el cual recomendaban que, en caso de que España se negara  vender a Cuba “…Entonces por todas las leyes humana y divinas estaremos justificados en arrebatárselas a España…”

Los planes de asfixiar a Cuba económicamente tuvieron su engendro en  los intentos de arrebatar  la Isla  del dominio español. Las instrucciones enviadas al jefe militar estadounidense en la Cuba de 1898, parecieran copia fiel de la estrategia imperialista llevada a cabo desde enero de 1959; “…Concentrar el bloqueo de modo que el hambre y su eterna compañera la peste, minen a la población civil y diezmen el ejército cubano, crear dificultades al gobierno independiente, prestar ayuda a la oposición...”. Así rezaba la instrucción enviada al jefe militar estadounidense destacado en la Isla en 1898.




El 15 de febrero de 1898, explotó, en la bahía de la Habana, el acorazado “Maine”, buque de segunda clase de la armada estadounidense de la época.  Todos culparon a España y el 22 de abril partía de Cayo Hueso hacia la Habana, la flota de guerra estadounidense, siendo bloqueados los principales puertos y bahías. 

Para el 1ro de octubre se tenía lugar en Paris, la primera reunión entre los representantes de España y Estados Unidos, sin que fueran convocados los patriotas cubanos, que, para esa fecha, como es conocido, ya tenían prácticamente derrotadas a las fuerzas españolas.

El 10 de diciembre quedó formalmente concluida la guerra hispano-cubano-americana, con la exclusión de Cuba del Tratado de Paz.

Los años de la neocolonia se caracterizaron por la determinante y amarga presencia estadounidense en la vida política, económica y social de Cuba.

El presidente, Franklin Delano Roosevelt (1933-1945), no solo negó el reconocimiento del gobierno de Ramón Grau San Martín convertido a la postre en el llamado “gobierno de los Cien Días,” sino que promovió acciones para derrocarlo.


Ramón Grau San Martín


Para enero de 1934, el gobierno de los Estados Unidos a través de su Embajador en la capital cubana, Jefferson Caffery apoyó a Fulgencio Batista para el derrocamiento del gobierno de Grau San Martín, imponiéndole al pueblo cubano la figura de Carlos Mendieta Montefur.

Mendieta Montefur le posibilitó a Estados Unidos mantener de manera indefinida la ocupación militar estadounidense del territorio cubano donde, aún, continúa enclavada la ilegal “Base Naval de Guantánamo”.

De 1934 a 1940, el hombre de confianza del gobierno estadounidense, Fulgencio Batista Zaldívar, comandó tras bastidores hasta su llegada a la presidencia de la República en 1940. Su gobierno, según Washington, estuvo marcado por “el volumen y el tamaño de la corrupción”, su alineamiento incondicional a los intereses de dominación con la política exterior estadounidense y la consolidación de la dependencia de la economía cubana a los intereses del mercado estadounidense.


Batista (izquierda) durante una visita a Washington D. C. en 1938.


Batista, en este periodo, permitió también que Washington utilizara el espacio aéreo, marítimo y terrestre, dispusiera de varias bases aéreas y navales con uso exclusivo durante la Segunda Guerra Mundial, sin reciprocidad, poniendo así la soberanía nacional a disposición de los Estados Unidos.

En la primavera de 1934, el 17 de abril, Benjamín Sumner Welles, entonces subsecretario de Estado, envió al embajador cubano una copia del Proyecto del Tratado destinado a sustituir el Tratado Permanente de 1903, como base para las conversaciones bilaterales.

El documento señalaba que el Tratado de Relaciones, concluido el 22 de mayo de 1903 dejaba de tener validez, a excepción de las cláusulas contenidas en el artículo IV, en relación con la ratificación y validación de todos los actos realizados por los Estados Unidos durante la ocupación militar.

El nuevo proyecto no implicaba cambio alguno en la obligación de la República de Cuba a venderle o arrendarle a los Estados Unidos tierras para carboneras o estaciones navales, ni se alteraban las estipulaciones en los Convenios existentes concluidos por los dos gobiernos en cumplimiento de dicha obligación, del 23 de febrero de 1903 y el complementario correspondiente a ese arrendamiento del 2 de julio de 1903.

Estados Unidos proyectó el Tratado de Relaciones de 1934 como un gran hecho propagandístico de limpieza de imagen hacia Cuba y al resto de la región.

En diciembre de 1958 ya la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) realizaba intentos para impedir el triunfo revolucionario. El ex embajador de Estados Unidos en Brasil, Willian Pawley, con el apoyo del Jefe de la estación CIA en la Habana, le propuso al dictador cubano, Fulgencio Batista, la creación de una junta de gobierno a la que este le entregaría el poder, inescrupulosa maniobra frustrada por la oportuna visión del joven Comandante Fidel y el rotundo apoyo que el pueblo cubano ofreció a su digna conducta.

En fecha tan temprana como marzo de 1959, los hacedores de la política exterior estadounidense ya habían decidido que “…no sería posible lograr sus objetivos con Castro en el poder…”. En los meses de julio y agosto del propio año se inicia la elaboración de un programa para “sustituir al líder cubano”.  

La escalada política, militar y de subversión fue en incremento, contraria a propósitos y principios del derecho internacional, violando convenciones, voluntades y obligaciones establecidas en la Carta de la Naciones Unidas y las convenciones sobre las relaciones diplomáticas y consulares, entre otras, todo lo cual impactó negativamente el sistema de relaciones interamericanas e internacionales.

El 6 de Julio de 1960 el Presidente David D. Eisenhower anunció que Estados Unidos no compraría más azúcar a Cuba. Dos meses más tarde fueron prohibidas las exportaciones a la Isla. El 4 de marzo de 1960, a la usanza del “Maine”, los servicios secretos estadounidense, hicieron explotar, en el puerto de la Habana, el carguero francés “La Coubre”, portador de armas provenientes de Bélgica. El siniestro provocó muerte y duelo al pueblo cubano. 


El día del horror; la explosión del carguero La Coubre


En relación a este hecho, el entonces Primer Ministro, Fidel Castro   expresó; “…Tenemos derecho a pensar que los que por vía diplomática intentaron que no adquiriésemos esos equipos, bien pudieran haberlo intentado también por otros procedimientos…”. El jefe de la revolución alertó, además, que en esta ocasión a diferencia del “Maine”, esta generación no se dejaría arrebatar la independencia.
   
Días después del sepelio de las víctimas de este acto de terrorismo de Estado, los diplomáticos estadounidenses radicados en la Habana, informaban a Washington “…No hay esperanza de que los E.U. puedan establecer jamás una relación satisfactoria con el gobierno cubano mientras estuviera dominado por Fidel, Raúl, el Che y demás compañeros de ideas afines…”

En marzo de 1960 se aprueba la Operación Pluto, proyecto de la CIA en función de reclutar un ejército de exiliados cubanos y entrenarlos en territorio de Guatemala donde existía una base militar estadounidense, con la perspectiva de intervenir militarmente en la isla. 

La Operación Pluto se convierte, en el mes de noviembre del propio año, en la Operación Trinidad, al incrementarse el entrenamiento de guerrilla, preparando tropas de asalto anfibias y aerotransportadas. Ambas operaciones constituyen el preludio de la futura invasión a Playa Girón (Bahía de Cochinos), finalmente materializada en abril de 1961.  

El 3 de enero de 1961 el presidente Eisenhower rompe relaciones diplomáticas con Cuba y para el día 4 del propio mes el personal diplomático estadounidense abandonaba el país. Dos días antes, el líder de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz, había calificado de “nido de espías”, a la embajada estadounidense en la Habana.

En noviembre de 1961, el gobierno estadounidense aprueba oficialmente la Operación “Mangosta”, el plan más costoso y tenebroso, a la vez, que haya ejecutado una administración estadounidense contra la Revolución cubana.


Primera página del informe Operación Mangosta


El plan de acción de esta Operación, incluía atentados al Comandante en jefe, acciones terroristas y guerra psicológica. Constituyó, además de un gran fracaso de la política exterior estadounidense, un capitulo nefasto para las relaciones internacionales, instituciones, organizaciones regionales, con su máxima expresión en la OEA, así como para la organización de las Naciones Unidas en cuyo escenario la Revolución cubana se erigió como voz de la dignidad, soberanía y la independencia.

A partir de agosto de 1962 comenzaron a circular rumores sobre la instalación en Cuba de misiles de alcance medio. En octubre del propio año, un reconocimiento aéreo estadounidense lo confirmó, por lo que el 22 del propio mes el Presidente estadounidense anunció su intención de aplicar el bloqueo naval a Cuba, exigiendo que la entonces Unión Soviética desmantelara todas las instalaciones descubiertas.

Estos hechos tienen como antecedente que ante las crecientes amenazas de intervención militar directa de los E. U. Cuba recibiría el apoyo militar de la entonces Unión Soviética.

Los contactos entre estadounidenses y soviéticos, así como su posterior acuerdo, se efectuaron a espaldas de la dirección cubana. El 28 de octubre de 1962, los dirigentes soviéticos accedieron a las demandas de Kennedy. Solo una solicitud imperialista no fue cumplida; Cuba no permitió la inspección del suelo patrio por los estadounidenses por considerarlo lesivo a la dignidad y soberanía nacional.

La dirección de la Revolución dejó clara y públicamente expresa su absoluta inconformidad por la realización de las conversaciones a espalda de la nación y ello ocasionó tensiones en la joven Revolución y la dirección soviética, lo que más tarde fue motivo de atención entre ambos gobiernos.

Durante el conflicto histórico entre Estados Unidos y la Revolución cubana, el tema migratorio ha sido una de las armas más usada en la estrategia de subversión contra la Isla, desde la protección dada por el gobierno yanqui a los asesinos que sostenían el régimen de la dictadura del general golpista, Fulgencio Batista, que como prófugos de la justicia revolucionaria eran acogidos por el gobierno norteamericano desde el mismo 1ro de enero de 1959 y su séquito de vándalos y asesinos.

En 1966, en detrimento de los principios que rigen el derecho internacional, la administración estadounidense promulga la Ley de Ajuste Cubano, concediendo residencia legal y posibilidades de empleo a  los ciudadanos cubanos que hayan llegado ilegalmente a territorio estadounidense, convirtiéndose en una de las operaciones de mayor envergadura con fines desestabilizadores y de impacto mediático que les permitía  justificar la sostenida beligerancia imperialista contra la Isla. Como de costumbre en la política exterior de doble rasero, Estados Unidos se convertía en una país con “dos leyes migratorias”.

La estimulación a la emigración, desde el mismo triunfo de la Revolución cubana, de profesionales, que generó la perdida de alrededor de tres mil médicos y la planificación, financiamiento y ejecución de la Operación Peter Pan, fueron evidencias de hasta dónde estaban dispuestos a llegar los políticos norteamericanos, en función de hacer fracasar a la Revolución cubana.


Víctimas de la Operación Peter Pan

Al estilo de Joseph Goebbels, la propaganda imperialista, generada en los laboratorios de la Agencia Central de Inteligencia, puso a rodar la “noticia” de que el Gobierno revolucionario les quitaría los hijos a sus padres, privándoles de la patria potestad; convirtiéndose la “Operación Peter Pan”. De esta manera  más de 15 mil niños fueron separados de su familia,  en uno de los capítulos más mezquinos en la historia de las cruzadas de calumnias, mentiras y fechorías de todo tipo contra Cuba, aplicadas por los gobiernos de turno de la Casa Blanca.

La vinculación y anuencia  de la jerarquía católica cubana de la época,  en relación a la “Operación Peter Pan”, el apoyo de la institución religiosa  a las acciones estadounidense que dieron al traste con la expulsión de Cuba de la OEA, con la pastoral, “Circular Colectiva del Episcopado Cubano”, en franca alianza a los elementos expuestos por el gobierno norteamericano en la llamada “Declaración de San José”2, así como la participación de sacerdotes y laicos en acciones subversivas y su membresía en organizaciones contrarrevolucionarias, incluso como agentes CIA,  caracterizaron el escenario de las relaciones Iglesia - Revolución en los primeros años que sucedieron a la victoria del ejército rebelde encabezado por el Comandante  Fidel Castro.

Fueron permanentes y sistemáticos los intentos de desprestigiar a la Revolución cubana desde los Organismos Internacionales comprometidos con la estrategia imperialista. Se estimuló desde los laboratorios de la subversión la creación, financiamiento y preparación de articuladores internos a quienes “bautizaron” como “disidentes”; a estas campañas se incorporaron los aliados europeos ex socialistas.

Los sectores académicos, intelectuales y artísticos literarios no escaparon al impacto e influencia de la estrategia enemiga; temas como el racismo, la libertad de expresión y creación, reflejada en la plástica, literatura, el cine y las artes escénicas mostraban lecturas desde la crítica más nociva.

La década de los noventa fue escenario idóneo para que el entramado subversivo impactara en la sociedad cubana, en general; la crisis económica generada por el recrudecimiento del bloqueo económico estadounidense y el quebranto total de los principales socios comerciales del extinto campo socialista europeo, también tuvieron su expresión en la pérdida de valores éticos, morales y la desconfianza en el futuro de la Revolución.

La permanente  intromisión en los asuntos internos de Cuba, el intento de socavar la representación cubana ante la comunidad internacional, la introducción del tratamiento a los Derechos Humanos y otros pretextos irracionales fueron puesto en práctica sin el menor escrúpulo,  a la vez que  ejecutan  y financian   de manera encubierta operaciones de subversión para generar confusión y rechazo de la comunidad internacional sobre el Estado cubano constituye  una  franca violación e irrespeto a la Carta de las Naciones Unidas y su artículo 2, que establece la igualdad soberana, cumplir las obligaciones contraídas según la Carta y arreglar las controversias internacionales por medios pacíficos y no poner en peligro la paz.

Sistemáticos planes de subversión, guerra económica, ideológica y agresiones directas se ejecutan contra Cuba, acciones armadas contra los intereses cubanos por parte de los grupos contrarrevolucionarios radicados en Estados Unidos, episodios de terrorismo utilizando mercenarios reclutados en países hermanos, el hostigamiento constante sobre la Isla, vuelos provocadores sobre territorio legal cubano y maniobras militares provocadoras e intimidatorias.

La imposición de leyes extraterritoriales, inclusión en listas “negras” y la creación de una oposición artificial han tenido el mismo fin, desde la intervención yanqui en la guerra hispano-cubana, hasta la historia más reciente, “hacer sufrir” al pueblo cubano para empujarlo a deshacerse de su gobierno y soberanía.

La extraordinaria página de servicios a la humanidad prestada por el pueblo cubano y su Revolución, el protagonismo alcanzado por la pequeña Isla en la geopolítica internacional en defensa de los pobres de la tierra, así como su desarrollo cultural, científico y humano, continuaran erigiéndose en fortaleza contra la sempiterna y obstinada manía del imperialismo estadounidense de arrebatar la soberanía y dignidad del noble pueblo cubano. 


Lic. Jorge Félix Mejías Sánchez. 
19.06.2019.

jorgefelix750@gmail.com

OS VOY A CONTAR UNA HISTORIA

Joseba Permach


Ocurrió en Gipuzkoa (Euskal Herria) pero podìa haber ocurrido en cualquier otro sitio donde la dignidad y la decencia hubiera pasado por un gobierno.

Es una historia en la que vereis cómo se las gasta el establishment con aquellos que le plantan cara.

2007-2011: La Diputación de Gipuzkoa (PNV) plantea la construcción de una macroincineradora. Un importante movimiento social sale a la calle y Gipuzkoa vivirá aquellos años movilizaciones multitudinarias en contra de la incineración, a favor de la salud y del medio ambiente.

2011: tras años de ilegalización la izquierda independentista vuelve a las instituciones y, claro está, se compromete a llevar en su programa las reivindicaciones populares. En este caso, ese compromiso pasaba por un no rotundo a la inicineración y a favor del reciclaje.

Quizás por todo ello y por los buenos resultados que se auguraban para Bildu, el Gobierno de la Diputación de Gipuzkoa (PNV) firma 12 DÍAS ANTES DE LAS ELECCIONES el contrato para la construcción de la incineradora.

Si, habeis leido bién, ¡12 días antes de la elecciones!

Cuando Bildu entra en la Diputación se encuentra con un contrato firmado de forma precipitada.

Sin embargo, al gobierno saliente si le había dado tiempo para hacer desaparecer un montón de informaciòn sobre la adjudicación y contrato de la incineradora. Cuando Bildu entra a gobernar los cajones están vacios, literalmente.

Como quiera que a los nuevos gestores les llegaba información de supuestas irregularidades, se pusieron a preguntar e investigar hasta que una trabajadora del consorcio público les prometió un buen número datos y pruebas sobre la ilicitud del contrato.

¿Creeis que se las dió?

Pues no. Como si de pelicula de misterio se tratase, esta mujer dejó su trabajo y se fue llevándose el ordenador donde supuestamente estaban los datos y las pruebas.

Como el ordenador no era suyo se le requirió judicialmente para que lo devolviese, pero, claro está, no lo hizo.

Al contrario, interpuso una denuncia por "secuestro, torturas y malos tratos" contra los nuevos gestores. A su vez, entregó al juez el ordenador.

Claro, con el tiempo, los jueces dictaminaron la falsedad de su denuncia y se recuperó el ordenador, pero con los archivos borrados.

Por otra parte, y además del mencionado contrato, los anteriores gestores(PNV) contrataron unos creditos claramente negativos para los intereses pùblicos denominados SWAP para financiar la incineradora. ¡El día de la firma, banqueros y políticos, se fueron juntos a comer angulas!

Como el reciclaje se incrementó enormente con Bildu en los ayuntamientos y la incineradora era una absoluta aberración en todos los sentidos, los nuevos gestores de la Diputación(Bildu) denunciaron a los bancos por los creditos abusivos y se rescindió el contrato con las empresas.

Por dicha rescisión la Diputación de Gipuzkoa tenía que pagar lo establecido por ley que era, exactamente, 8,2 millones de euros. ¿Mucho? Bueno si lo comparamos con los 800 millones que nos va a costar la incineradora una auténtica minucia. ¡Y sin contar el agujero de los swaps!

¿Y por qué os he contado todo esto? Porque tras volver el PNV y PSOE a la Diputación, además de arrancar con la obra de la incineradora, han denunciado a los gestores de Bildu, Iñaki Errazkin y Ainhoa Intxaurrandieta, por no haber gestionado bien, segùn ellos, el dinero pùblico.




Los tribunales han dado finalmente la razón a quienes fueron capaces de cumplir su programa electoral y su compromiso con las luchas populares. Pero esto se paga y con la denuncia contra Ainhoa e Iñaki el establishment ha querido dejar claro que con las cosas de comer no se juega.

Desgraciadamente, la obra de la incineradora está en marcha y unas pocas empresas van a hacer un gran negocio a cuenta de nuestra salud.
En todo caso, está en nuestras manos denunciar lo ocurrido, socializarlo y evidenciar qué clase de calaña son.

¿Os animais a darlo a conocer?

lunes, 8 de julio de 2019

TENGO ALGO QUE CONTARTE (33)

Correspondencia entre dos mujeres.

La Habana, 5 de julio 2019


NUEVAMENTE CONTIGO


Mi querida Vicentita:

He vuelto una y otra vez sobre Los bombones más dulces y ciertamente no cabe la menor duda de que tienen que ser, por derecho propio, los bombones más dulces de tu universo sabiamente compartido con tus colegas, pacientes, amigos y bueno con esta persona que te admira y quiere y que has conmovido por la desnudez emocional de tu relato.

La entrega a una profesión tan profundamente humana como lo es la salud, y más aún a los servicios de la salud pública y, en especial, a la atención a los enfermos de cáncer, me han llevado a sacudir no muy pocos y antiguos recuerdos sobre mí misma en cuanto a la fortísima experiencia de haber sufrido también la enfermedad. Del descomunal esfuerzo que ha enfrentado nuestra Revolución por materializar, al más alto nivel profesional y humano posible, ese primer derecho humano que es la custodia, desarrollo de la salud y en específico por salvar o prolongar la calidad de vida de estos pacientes.

Abordas la experiencia de la enfermedad desde tu doble condición de paciente y profesional en tu querido hospital, que sí, a pecho pleno te has ganado el posesivo de mi hospital, y ello me ha aportado mucho de los dolores, conflictos, satisfacciones y alegrías que sienten esos seres de batas blancas que se nos acercan con cuidados y mimos para acompañarnos en esa lucha cuerpo a cuerpo por la vida.





Tu carta me invita a ir sobre mis pasos e intentar abrir las puertas a recuerdos y vivencias de mi propia vida, que raramente he compartido con anterioridad. He sido una mujer muy activa y comprometida con el quehacer político y social en mi país. He tenido la suerte infinita de implicarme con cualquier tarea, sea de mi vocación o no, que me han solicitado cumplir en servicio de los más caros anhelos de hacer de esta Isla, un país culto, desarrollado, en el que prime la justicia social y sea libre e independiente.

Te cuento esto porque desde pequeña soñé con ser maestra y me acuerdo que reunía en la sala de mi casa a los muñecos, sanos, hechos y rehechos, a quienes les impartía las clases recibidas por la maestra de la modestísima escuela primaria del barrio. La imagen de aquella mujer, la que guardo como reliquia de una infancia llena de incertidumbres por el futuro, angustias estas que la seño Xiomara aminoraba con su dulzura y el compromiso que todo cambiaría y que podríamos llegar a la universidad.

Fue una época dura, muy dura. Mis padres tempranamente me enseñaron junto a mis hermanos a ser unos adolescentes lo más independientes posible, y así nos ofrecían licencias para asumir responsabilidades en la familia y hacer mandados desde pequeños. De esa breve estación nunca olvidaré que nos advertían una y otra vez que al policía batistiano se le evitaba o no se le miraba.

Con los sueños del magisterio en mi cabeza triunfa la Revolución y se inicia el Plan de Becas donde ingresamos los alfabetizadores culminada la Campaña de Alfabetización. No entendía bien por donde iba la nueva vida cuando un buen día me vi comprometida y enrolada en muchas tareas de activismo político. Para esa fecha, mi vocación de ser maestra era compartida con otras tantas compañeritas, y había transitado de ser un sueño a convertirse en un proyecto de vida, con la seguridad del acceso que ofrecía la joven Revolución a las carreras universitarias. En aquella época se habían inaugurado varias escuelas formadoras de maestros, pero para mí y el grupo que optaba por el magisterio no existía otra más retadora que la de “Topes de Collantes”, enclavada en un lugar que queda en las alturas de la Sierra del Escambray, en el centro del país, donde se imponía el “sacrificio” de subir y bajar montañas en un entorno de espectacular belleza. 





Con esos pájaros rondando en mi cabeza pronto aprendí que en momentos de defensa de un proceso revolucionario auténtico no se podía elegir la profesión, sino que sencillamente había que responder al llamado de las urgencias del momento. Por este sendero, mis sueños de formarme como maestra quedaron pospuestos una y otra vez por tareas y empeños a los que había que responder en defensa de las necesidades, tantas por aquellos años, lo que emprendí con un prematuro sentido de la responsabilidad.

Laboré en el sector agropecuario, como trabajadora social, técnica de laboratorio clínico veterinario y dos años de medicina veterinaria, mi mayor sacrifico. Sentía enorme pena extraerle sangre a los animales hasta lo que no te puedes imaginar y singularmente ante el primer ejercicio realizado a un toro, pie de cría de la raza Holstein, al que no pude hacer la extracción. Me dieron el suspenso y pude salir al campo de las ciencias sociales, todo lo cual llevé en paralelo con tareas de la defensa y de apoyo a planes sociales, dada la temprana agresión política, económica y militar por parte de los Estados Unidos. 

Al concluir la especialidad en relaciones políticas internacionales me convertí en una funcionaria de la administración pública, desde donde cumplí múltiples tareas que me fueron comprometiendo más y más con la filosofía de la joven revolución. Ese quehacer me ha hecho una mujer realizada, feliz. Desde la infancia aprendí la máxima martiana de sumarse a los más desprotegidos y a la justicia. He disfrutado cada tarea que me han solicitado cumplir, enamorarme y comprometerme hasta los tuétanos. He compartido sueños, alegrías, reveses y hasta en ocasiones ver frustrar empeños nobles a los que le he sumado mi fuerza. Pero tengo que confesarte que he vivido al palpito de los proyectos, retos y amenazas y creo que este ha sido mi compromiso mayor, a la par del amor a mis hijos, padres y familia, ese refugio de amor y estímulo seguro.

No hay nada excepcional en esta vida que a grandes rasgos te cuento. Es una experiencia compartida por cientos, miles de mujeres de mi generación. Y te digo que cada tarea, por mínima o insignificante que haya sido, me ha reportado la alegría y la satisfacción íntima y secreta de haber aportado mi granito de arena a que está tierra haya crecido como nación y gozar la satisfacción de la dignidad recuperada por un proceso de justicia social y desarrollo. Y todo ello muy a pesar de las enormes amenazas impuestas por los vecinitos del norte y de los impactos negativos de los propios errores en la conducción económica por parte de la dirección del país.

Nada de ello ha impedido que hoy Cuba sea un referente en políticas sociales de avanzada y que se la reconozca como una potencia médica, que sus deportistas y educadores gocen del merecido prestigio internacional, que cuente con importantes potencias científicas en el campo de la biotecnología, por poner algunos ejemplos más conocidos. Además de ser una sociedad en la que predomina la justicia y el respeto pleno a la dignidad de hombres y mujeres, por igual.





Aquí tenemos escaseces materiales, a veces muchas, pero ningún niño cubano, ni hombre o mujer muere de hambre, ni de miseria, ni por falta de atención médica. No existen políticas excluyentes, ni racistas, ni discriminatorias de ningún tipo, ni de sexo, género o raciales. No hay tráfico de niños, ni de órganos, ni de drogas, ni de personas y desde las condiciones económicas y sociales del país se desarrollan políticas avanzadas en función de preservar el medio ambiente y amortiguar los efectos de los cambios climáticos. En Cuba se transita de día y de noche con tranquilidad y seguridad prestigiada y reconocida por varios organismos internacionales. Es una sociedad en construcción en medio de condiciones muy adversas. Todo no está concluido, ni completo, ni perfecto. El llamado estado de bienestar material deja mucho que desear aún, pero se trabaja intensamente en todos los terrenos por avanzar y tengo la seguridad de que un día se produzca en términos de desarrollo el efecto de la apertura de una botella de champagne.  Con estos sueños he vivido y vivo feliz implicada en las alegrías y logros y también he sentido dolor por los reveses sufridos y por lo que a veces pienso que no es justo que nos toque y que nos cuesta tanto lograr, como pueblo, como nación.

Y cuando parecía ya inalcanzable en mi vida arribé al magisterio. 

Las aulas me endulzaban el alma. Hace quince años que ejerzo como profesora de una institución de la educación superior. Mi sueño de toda la vida. He debido hacer los ejercicios académicos reglamentarios para la categorización, estudiar mucho, porque resulta que es muy distinto tener el conocimiento a impartirlo. Hacerte entender, despertar en los alumnos el interés por el tema y habilitarles las herramientas para que avancen por sí solos.

El instituto me queda algo distante de mi casa. Entre las tantas dificultades que enfrenta la población, están las crisis cíclicas del transporte, que me tensionan mucho pues el profesor que se respete no puede llegar después de los alumnos.

Cuando comencé en esta respetable y exigente profesión, me ponía nerviosa, antes, durante y después de enfrentarme al alumnado.

De esa etapa de acelerado aprendizaje guardo una experiencia que me cambió mi visión sobre mi desempeño y de golpe le perdí el miedo que me producían esos jóvenes plenos de inteligencia, competentes y audaces. Aquel día después de dos largas horas con las que concluía un ciclo de doce conferencias de intenso trabajo, despido la clase exhausta, los muchachos salen agitados, apurados, como siempre marchan los jóvenes. Ya cuando creo que habían partido todos, se me acerca una alumna y me entrega un pequeño papelito, en el que escribió con letras clandestinas, como una íntima y personal confesión, Profesora, sus clases son excelentes y es tal su pasión que nos ha impregnado el afán de ser los mejores. Besos muchos., firman Los todos. Y con el papel me regaló un cálido y fuerte abrazo. 





Han pasado varias graduaciones, el transporte mejora y empeora, y a veces cuando voy a tomar el ómnibus temprano en la mañana, aquí le decimos guagua, me dan deseos de regresar para mi casa y acostarme a dormir. En ese justo momento resuenan en mis oídos ese alegre, respetuoso y cálido profe, profe y acuden a mi mente la imagen de las miradas limpias, de ensoñación por lo nuevo, que te regalan los jóvenes estudiantes y me digo, ¡qué va!, no puedo dejarlos hoy sin clases. Así quedó atrapada, día a día, en esos rostros en donde se perfilan el futuro promisorio de la nación y me siento muy realizada porque verdaderamente esta ha sido la vocación de mi vida.

En el ejercicio del magisterio se produce un proceso de alimentación y retroalimentación. Enseñas y aprendes. En este tiempo he aprendido que cada generación son hijos de sus tiempos. Ahora se comunican más por las redes sociales que en los parques. Los jóvenes cubanos actuales defienden a su país, con el mismo empeño que las generaciones anteriores, con diferentes recursos y discursos. En ellos predomina el amor y respeto. Son patriotas y se comprometen, y defienden desde muy variadas formas, lo mismo que han venido defendiendo generaciones anteriores.

La actividad subversiva externa y las nimias inteligencias internas han tratado de oponer los jóvenes a los intereses de su país. Muchos marchan por razones económicas o sentimentales, amores, familia, etc. y se preocupan y hasta aportan desde sus nuevas plazas de alguna manera a su patria. Otros, quieran o no, son portadores de un elevada preparación profesional y humanística recibidas en el sistema de educación cubano. Y de esa manera también rompen cercos contra Cuba. Uno de los retos actuales es que las jóvenes generaciones encuentren viables sus proyectos de vida en el país, que no se vayan en busca de sus sueños a otras naciones, que establecen una competencia muy desventajosa con las economías en vía de desarrollo. Cuba no escapa a esta dinámica.

Los que permanecen, la inmensa mayoría, se implican, comprometen y enfrentan el día a día jugando roles cada vez más protagónicos en la lucha por el país que queremos y merecemos.

En este plano de confesiones debo decirte que también he sufrido como mujer, hija, madre y trabajadora, como la gran mayoría de las mujeres y los hombres de esta isla. A los problemas propios de una nación en vías de desarrollo, sin grandes riquezas, de una economía abierta y dependiente a las fluctuaciones de la economía internacional y a errores que se han cometido en la dirección económica, se ha vivido en permanente contingencia frente al hostigamiento brutal que los intereses de dominación de los Estados Unidos han impuesto al país.





El gobierno de Donald Trump ha activado nuevas medidas de hostigamiento contra la economía cubana. En fecha reciente aprobó el Capítulo III de la Ley Hemls Burton aprobada en 1996 por el Congreso de los Estados Unidos, la que anuncia la expropiación de las propiedades norteamericanas intervenidas al triunfo de la revolución. En estas propiedades donde hoy se asientan casas particulares, hospitales, escuelas, centros turísticos y demás, la ley citada otorga todo derecho de reclamación, no sólo a los dueños originarios, si no a sus descendientes norteamericanos y cubano-norteamericanos. Aunque es una ley inaplicable en el territorio cubano, violatoria del derecho internacional público, expresa la malévola intención de complicar y enrarecer el entorno “para la continuidad y desarrollo de las inversiones extranjeras en Cuba.” Aunque ellos se negaron a recibir el pago a las propiedades incautadas por el gobierno revolucionario cubano a principios de la década de los sesenta.

Como si esto fuera poco registran a Cuba en listas de países terroristas y de trata de personas, lo que también tiene implicaciones financieras. Retiraron las licencias a importantes compañías de cruceros que venían reportando crecientes ingresos a Cuba. Los Estados Unidos de América, el  autoetiquetado heraldo de los derechos humanos, prohíbe la visita de los ciudadanos estadounidenses a Cuba, segmento de mercado importante para la isla.

Y así te pudiera enumerar una larga lista de acciones históricas y recientes que complican la vida cotidiana del cubano, que afecta el abastecimiento de medicinas, alimentos, piezas de repuestos para equipos médicos e industriales que nos hacen la vida cotidiana más difícil. Es algo así como no te mato, pero te torturo sin parar. No te aplico una intervención militar, pero hago todo lo posible por diezmar las fuerzas de la resistencia que la inmensa mayoría de la población mantiene frente a tan inhumana y despiadada política.

El gobierno cubano  hace grandes esfuerzos por elevar la producción nacional para debilitar la dependencia de los suministros externos, pero no es tarea fácil, ni de resultados inmediatos, mientras tanto lo que se puede comprar en los propios Estados Unidos o en otros países del área está prohibido y hay que buscarlo en mercados lejanos que elevan los costos por concepto de transportación.

Así te pudiera ofrecer innumerables ejemplos de hostigamiento, esfuerzos y sinsabores, pero no se ha perdido la esperanza, ni la gente se sienta a esperar que “el maná caiga del cielo”. El cubano trabaja duro, muy duro, con mayor eficiencia cada día y me parece que el proyecto de los gringos, para nosotros los yanquis, de doblegar a la población por hambre, semeja “un sueño quimérico” en una loca noche de un verano imposible.

Por otra parte, la alegría, la hospitalidad, y la cultura ciudadana crece y bueno La Habana, esa digna y bella señora, cumple el 16 de noviembre del presente año los 500 años de fundadación. Por el cumple de la capital de todos los cubanos se han emprendido importantes obras de restauración y embellecimiento de la ciudad y el programa cultural que acompaña a este trabajo es de elevado rango artístico. Se mantienen las conquistas en política social, la construcción de viviendas y de novísimos centros turísticos y se vive cada vez más en contacto con una agenda cultural que potencia la identidad nacional. Minúsculos cerebros tienen los que desde el norte piensan hacer realidad el sueño de apoderarse de esta isla.





Ya estamos a las puertas de las vacaciones de verano y para un mayor disfrute de la población se continúan ampliando las ofertas turísticas y culturales en una sostenida tendencia creciente para todos los segmentos de públicos, desde el nivel comunitario hasta de país.

La Habana se engalana y ya se siente acompañada con una bellísima y espectacular Santiago de Cuba, Holguín, Guantánamo, Villa Clara, Camagüey, y otras ciudades que fueron duramente golpeadas por los huracanes, para seguir haciéndonos soñar en esta ciudad cálida y amorosa que será aún más bella, limpia y elegante.

Me apena que los norteamericanos, tan amantes y admiradores de las bellezas de esta Isla, no puedan venir a disfrutar de las cálidas y transparentes aguas de sus playas y cayos, del patrimonio arquitectónico y cultural que alberga y de la hospitalidad y carisma de una población predominantemente amable, hospitalaria y culta.

Un beso hermana mía. Yo creo que debemos revisar nuestros genes que tal vez hay algún vestigio sanguíneo que nos une, además de las causas mutuas que sellan nuestra amistad.


La Habanera





(*)Tengo algo que contarte. Correspondencia entre dos mujeres es una relación epistolar entre una mujer de La Habana y otra de Salt (Girona). La publicación de estas cartas se realiza con el permiso de ellas mismas que han confiando en La Guerrilla Comunicacional su publicación.

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