jueves, 15 de agosto de 2019

UN AÑO MÁS...


Un año más, y vamos por el 39, cumplo con un deber solidario y fraternal que mantengo vivo con el pueblo nicaragüense representado en ese gran equipo de la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador que lidera el Maestro, hermano y amigo Orlando Pineda Flores: hacer llegar un saludo fraternal y revolucionario en recuerdo y celebración del aniversario de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización culminada el 23 de agosto de 1980. Cumplo, como digo, un deber solidario y fraternal pues, como nos recordaba el uruguayo ilustre Eduardo Galeano “no estamos hechos de células sino de historias”.  Y, doy fe de ello, pues aquellas páginas de la Historia de la educación nicaragüense que escribieron los miles y miles de jóvenes que regresaron de los lugares más recónditos de su Patria recién liberada, con el brillo en sus miradas al haber luchado contra la oscurana levantando barricadas de cuadernos y pizarras, nos cambiaron la vida para siempre a muchos otros jóvenes de Cataluña y de todo el mundo haciendo buena y dando sentido a la frase de Galeano.




Cierto: más que de células, o además de células, de materia, estamos hechos de historias. Somos una suma de historias. Y pasamos por el mundo haciendo historia. Por eso Paulo Freire nos insistía en que “El mundo no es. El mundo está siendo”. Nosotros, nuestras historias, mueven la vida y hacen posible el mundo. 

Y aquí quería llegar: aquellos hombres y mujeres jóvenes valientes y generosos que bajaron victoriosos de las montañas para reunirse en la Plaza -y seguro que algunas y algunos de los presentes en este acto lo vivieron personalmente y me darán la razón- aquellos jóvenes digo, vivieron miles, infinitas historias que escribieron en el viento y que llegaron al corazón de otros jóvenes y de estos a otros y a otras y así sucesivamente hasta completar una fuerza que hizo mover el mundo algo más deprisa, y, sobre todo, mucho más alegre y esperanzado.

Esos ríos de jóvenes enamorados de vida, preñados de historias, que desembocaban en el mar de pueblo que les esperaba en la Plaza nos recordaban que el mundo está siendo y que era posible erradicar el analfabetismo y pensar en un mundo alfabetizado y culto. Y nos invitaron a la fiesta, nos convidaron a mover el mundo junto a ellas y ellos.




Y aquí estamos 39 años después. Con el cabello blanco y anteojos la mayoría, con el cansancio más cercano, con mil achaques… pero siempre a la orden. Siempre en disposición de recordar aquel histórico himno tantas veces entonado y que desearíamos seguir escuchando en todas las comunidades indígenas de América, en todos los pueblos de África y de Asia, en todos los lugares dominados aún por muchos siglos de incultura… para seguir moviendo el mundo junto a ese inmenso y plural coro de quienes año tras año volvemos a entonar las estrofas primeras como si fueran una orden rojo y negra, pues aquel “Avancemos, brigadistas, guerrilleros de la Alfabetización” era toda una invitación a hacer historia, a mover el mundo y soñar un futuro envuelto de esperanza. 

Aquí estamos 39 años después agradeciéndoles la oportunidad que nos dieron, y nos dan, de compartir tanta generosidad, tanto amor al pueblo y tanta solidaridad internacionalista. Gracias. Muchas gracias de corazón. Y reciban nuestro saludo más sincero y fraternal en este día tan señalado.  

¡¡PUÑO EN ALTO!! ¡¡LIBRO ABIERTO!!

Sebas Parra
La Guerrilla Comunicacional


viernes, 9 de agosto de 2019

HOMENAJE POPULAR A FEDERICO GARCÍA LORCA Y A TODAS LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO EN EL ENTORNO DONDE FUE ASESINADO.

Ketty Castillo Pacheco


El próximo 14 de agosto, por sexto año consecutivo, el colectivo “Alfacar y Lorca, romero y luna”, rendirá   homenaje a Federico García Lorca y a todas las víctimas del franquismo, en el entorno donde el poeta más universal fue asesinado. 

La carretera entre Víznar y Alfacar, dos pueblecitos de montaña al pie de la Sierra de la Alfaguara, a 14 kilómetros de Granada, está regada con la sangre de más de dos mil personas, fusiladas por los fascistas durante la guerra civil. Es una macabra y tragica paradoja que un lugar de tanta belleza, tan lleno de vida, se convirtiera en un campo de exterminio. 

La Sierra de La Alfaguara, que en árabe significa “manantial copioso”, es famosa por sus multiples nacimientos de agua pura, muy apreciada por los granadinos quienes, desde la capital y las poblaciones de alrededor, acuden a abastecerse de tan preciado líquido hasta la fuente del Morquil,  situada en el termino municipal de Alfacar. Pero la más espectacular y famosa es la popularmente conocida como La Fuente Grande, por su gran tamaño, de una belleza casi onírica. También está situada en Alfacar, a poca distancia de la del Morquil. Los árabes la llamaron Aynadamar o Fuente de las Lágrimas y en el siglo XI encauzaron sus aguas para abastecer al barrio granadino del Albayzín. Para ello, construyeron una acequia que, a lo largo de unos 14 kilómetros, va descendiendo por la montaña.  


Aynadamar, Fuente de las lágrimas o Fuente grande. Alfacar



En julio de 1936, cuando se produce la sublevación fascista, Granada capital es una de las ciudades que rapidamente quedó bajo el dominio de los sublevados, pero rodeada de zonas fieles a la República. Podríamos decir que “la frontera” entre una y otra zona queda establecida, precisamente, en esta Sierra de La Alfaguara, desde la que se dominaba, por el noreste, la carretera de Almería y Murcia y por el noroeste, la carretera de Jaén. Por eso, los falangistas establecieron su cuartel general en el pueblo de Viznar. En concreto, en el Palacio del Cuzco, una belleza arquitectónica del siglo XVIII, que hoy se encuentra en estado de abandono a pesar de haber sido declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. El Palacio del Cuzco, anexo a la Iglesia de Víznar, fue mandado construir por el arzobispo de orígen peruano, Juan Manuel Moscoso y Peralta. En 1936 pertenecía a una de las familias más ricas de Granada, los Fernandez Fígares, quienes, durante la guerra,  lo cedieron a la Primera Bandera de la Falange al mando del capitán Nestares. 

En las afueras del pueblo existía un molino que durante la III República fue convertido en lugar de vacaciones estivales para los hijos de obreros, por lo que se le conocía como “Las Colonias”. En julio de 1936, los falangistas desalojaron a los escolares y lo convirtieron en centro de detención donde llevaban a sus víctimas antes de ser asesinadas. Federico García Lorca pasó ahí sus últimas horas. Desde el molino, obligaban a sus prisioneros a dar “el último paseo” por la carretera de Alfacar y los fusilaban. Las primeras ejecuciones se produjeron en las inmediaciones de la Fuente de las Lágrimas, hasta que un médico de Alfacar dijo que iban a contaminar el agua y entonces se fueron distanciando de la fuente y acercando al barranco de Víznar. No se conocen cifras exactas, pero se piensa que puede haber más de dos mil personas asesinadas entre Víznar y Alfacar.  Actualmente, la carretera entre las dos localidades, distantes unos dos kilómetros y medio, recibe el nombre de Avenida de los Martires y es lugar habitual de paseo entre los lugareños.

Pero la vida es más obstinada que la muerte y, cada año, estos montes que fueron el escenario del horror, uno de tantos, se llenan de poesía, de música, de cante, de voces que claman justicia. La sangre derramada germina estas tierras fértiles y los muertos resurgen de sus huesos en las vidas y las voces de cada uno de los que participamos en los homenajes que los rescatan del olvido. 
El primero de esos homenajes lo organiza, desde hace seis años, el colectivo, “Alfacar y Lorca, romero y luna”, en el que tengo el honor de participar. Esta edición se celebrará el 14 de agosto y, como ya es habitual, comenzará  en “Las Colonias”, el antiguo molino del que hoy no quedan más que las ruinas y del que reivindicamos que sea declarado como Lugar de Memoria Histórica. Desde ahí recrearemos “el último paseo” por el barranco de Víznar y la carretera hasta La Fuente Grande. Tras “el último paseo”, celebraremos una velada poético musical en las inmediaciones de La Fuente de las Lágrimas.



Las Colonias:
Ruinas del antiguo molino, convertido en prisión durante la guerra,
donde pasó García Lorca sus últimas horas.

Unos días más tarde, el 17 de agosto, se celebra el homenaje que organiza la Diputación Provincial de Granada en el Parque García Lorca, en el termino municipal de Alfacar, próximo a La Fuente Grande. Este parque se creó, a mediados de la década de los ochenta del pasado siglo, por ser el lugar señalado por el hispanista Ian Gibson como posible ubicación de los restos del poeta. En 2009 se llevaron a cabo excavaciones para localizar la fosa de Federico, pero los trabajos no dieron resultado alguno.  

Por último, el Ayuntamiento de Víznar, gobernado por IU desde hace más de dos décadas, celebra una semana cultural dedicada al poeta, que culmina con un festival flamenco la noche del 18 de agosto, la fecha en la que se cree que fue asesinado García Lorca. Desde ahí, ya de madrugada, los gitanos del Sacromento de Granada, con el cantaor Curro Albayzín a la cabeza, van en peregrinación hasta el barranco de Víznar, donde rinden, desde hace más de cuatro décadas,  el homenaje con más embrujo y duende, el más lorquiano de todos. Depositan varas de nardos y velas en la mayor de las fosas y comienza el cante, el baile, la poesía. El público también participa de manera espontánea y la cultura, la belleza, la vida, se abren paso y vencen a la barbarie, al horror y a la muerte.