jueves, 15 de enero de 2015

EL ESTILO CARACOL

por Julio Suárez

No quiero ser pretencioso, ni parecerlo, pero cuando en su día decidimos comenzar a publicar nuestro programa de “La entrevista del mes” a través de la red social, fue un acierto. Y no fue por que hubiésemos conseguido las más altas cotas de espectadores, que no fue así, sencillamente porque en el año 2009, cuando empezamos a publicar nuestro trabajo, creíamos que el futuro de cualquier programa de televisión tendría que pasar por Internet. Y debo decir que no nos faltó ganas de publicar en cualquier Tv, que por ser unos baladíes nunca tuvimos la oportunidad.

Pero, como os dejaba entrever anteriormente, tuvimos la convicción de que había cambios acelerados en el mundo de la pequeña pantalla. Promovidos, principalmente, por las nuevas prácticas de acceso a los contenidos audiovisuales por parte de las jóvenes generaciones. 

Como bien escribe Ignacio Ramonet en su artículo “El fin de la televisión de masas”(1): Los jóvenes televidentes pasan del consumo “lineal” de TV hacia un consumo “diferido” y “a la carta” en una “segunda pantalla” (ordenador, tablet, smartphone). De receptores pasivos, los ciudadanos están pasando a ser, mediante el uso masivo de las redes sociales, “productores-difusores”, o productores-consumidores (prosumers).

Ese cambio es real. Hoy en día puedes ver un programa de Tv cuando quieras, como quieras y donde quieras. Puedes descargarte un Podcast de tu programa favorito de radio emitido en otro momento pasado, para oírlo cuando desees. Puedes ver la película que te apetezca a través de las plataformas existentes. Es decir, podemos decir que estamos ante lo que llamamos actualmente “la sociedad conectada” y la multiplicación de esas nuevas pantallas han cambiado totalmente las reglas del juego. Siguiendo con el artículo de Ramonet: La televisión está dejando de ser progresivamente una herramienta de masas para convertirse en un medio de comunicación consumido individualmente, a través de diversas plataformas, de forma diferida y personalizada.

Nuestro objetivo inicial partía justamente desde esa premisa, que cada individuo pudiera ver nuestras entrevistas en el momento que quisiera, en el lugar que el decidiera y en la plataforma con la que se sintiera más a gusto. Como adelantándonos a este nuevo tiempo, ya preveíamos ese auge de la “Galaxia Internet”. Es muy interesante la referencia que aporta Ramonet: Reed Hastings, director de Netflix, el gigante de estadounidense del vídeo en línea (con más de 50 millones de suscriptores): declaró recientemente que la televisión lineal habrá desaparecido en veinte años porque todos los programas estarán disponibles en Internet. 

Aunque hay que estar alertas y tener mucho cuidado. La información en Internet está siendo dominada por grandes empresas estadounidenses ( Google, Facebook, YouTube, Yahoo, Twitter, etc.), lo cual en sí mismo ya constituye un problema muy serio: Sobre todo, como reveló Edward Snowden y como afirma Julian Assange en su nuevo libro “Cuando Google encontró a Wikileaks” (2) , todas esas megas-empresas acumulan información sobre cada uno de nosotros cada vez que utilizamos la Red. Información que comercializan vendiéndola a otras empresas. O también cediéndola a las agencias de inteligencia de estados Unidos, en particular a la Agencia Nacional de Seguridad, la temible NSA. No nos olvidemos de que una sociedad conectada es una sociedad espiada, y una sociedad espiada es una sociedad controlada, Plantea Ramonet.

Nuestro humilde programa de entrevistas(3), el cuál busca dar voz a personajes de gran elocuencia intelectual que, por unos motivos ideológicos ú otros, están silenciados en los grandes medios de comunicación, tiene como objetivo el poder hacer pensar. El ejercicio más estimulante e inteligente de la especie humana. El poder plantearse los temas desde otro punto de vista. Alejarse de lo propuesto para analizarlo de forma diferente. Es decir, provocar al espectador a razonar y debatir. 

Por el contrario, si lo que estás buscando es un programa que te invita a mirar para otro lado, taparte los oídos o enseñarte a ser un estúpido, “La entrevista del mes” no es tú programa. De ese tipo la parrilla está llena y están deseando que te pongas delante de una pantalla para aleccionarte.

Nosotros seguiremos adelante, poco a poco, siguiendo el estilo caracol: con paso muy lento, pero dejando rastro.






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